La mala recaudación ha llevado al ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, a endurecer la recuperación del pago fraccionado del Impuesto de Sociedades que va aprobar este viernes para recaudar 8.000 millones en lugar de los 6.000 millones previstos inicialmente. La mayor parte del endurecimiento de la medida lo asumirá la banca, que tendrá que pagar un tipo mínimo obligatorio del 25%en los pagos que quedan de 2016 (octubre y diciembre) y los de 2017.
Según han confirmado fuentes gubernamentales, la medida afectará finalmente a todas las empresas que facturen más de 10 millones de euros en lugar de los 20 millones que se plantearon en un principio. Para todas esas empresas que no pertenezcan al sector bancario, unas 9.000, el tipo será del 23%. De esta forma, el Gobierno busca complacer a Bruselas y evitar así la congelación de los fondos estructurales que se empezará a estudiar la próxima semana.
El Gobierno ya había trasladado a la CEOE que esperaría a conocer la recaudación de agosto para tomar una decisión, puesto que la patronal había pedido al Gobierno que rebajara sus pretensiones iniciales para no hacer daño a la solvencia de las empresas. ¿Qué ha pasado en agosto? Que las cosas han mejorado, pero parece que no lo suficiente. Es cierto que Sociedades baja menos que hace un mes, pero sigue cayendo a dos dígitos: un 32% y las previsiones no son muy halagüeñas. Y eso a pesar de que en agosto se contabilizan la mayor parte de los ingresos por cuota diferencial positiva de la declaración anual del año anterior.
La mala evolución del impuesto se explica, sobre todo, porque los cambios fiscalesque aprobó el Gobierno en la segunda parte de la legislatura para ganarse el favor de empresas y trabajadores de cara a las elecciones están saliendo muy caros: están lastrando en 4.700 millones la recaudación de 2016. En concreto, la Agencia Tributariaasegura que el impacto de la reforma de la imposición directa este año llega a 4.569 millones, 2.525 millones por medidas con vigencia desde 2015 y con efecto en los primeros meses de 2016 y en la cuota diferencial del IRPF y del Impuesto de Sociedades, y 2.044 millones debidos a la segunda fase de la reforma en vigor desde comienzos de año.
Por impuestos, el IRPF está dejando de ingresar casi 3.000 millones en lo que va de 2016 por todos los cambios tributarios, aunque el Gobierno siempre dice que la segunda parte del año compensará en parte estos descensos porque se diluirá el efecto de la reforma fiscal. Y Sociedades, por su parte, está perdiendo 2.612 millones, 1.434 millones por la supresión del pago fraccionado y 1.178 millones por la reforma del impuesto. En este caso, parece difícil recuperar la recaudación si el Gobierno finalmente cede a las peticiones de CEOE y no va tan allá como prometió a laComisión Europea.
El Gobierno cumple así con los 8.000 millones que le pedía Bruselas tras la cancelación de la multa y después dar más plazo para dejar el déficit por debajo del 3%
En la negociación de la multa por el déficit y la nueva senda de ajuste, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, prometió a Bruselas que recaudaría 8.000 millones más este año gracias a tres medidas: la recuperación del pago fraccionado de Sociedades, el adelanto del cierre presupuestario al mes de julio y la mejora de la lucha contra el fraude.
Finalmente, el Gobierno va a obtener los 8.000 millones íntegros de la medida fiscal. Lo cierto es que muchos economistas habían advertido ya de que el cierre presupuestario no iba a ser una medida muy efectiva y que, como mucho, recaudaría solo 500 millones. En cualquier caso, al Ejecutivo no le sobra ni un euro de ajuste teniendo en cuenta la vigilancia que ejerce Bruselas y la evolución de la recaudación, que no para de dar disgustos al ministro.
