En los años noventa Inditex llevó a cabo sus dos únicas adquisiciones relevantes de empresas competidoras, Massimo Dutti y Stradivarius, con el fin de subir un escalón y dejar de ser conocida como una empresa de ropa barata. Ahora, la compañía se encuentra en la situación ideal para apuntalar su posición de líder mundial de la moda en el siglo XXI: no sólo dispone de una situación financiera idílica, sino que además el precio de mercado de sus competidores es asumible ya sea por una situación inestable (en Estados Unidos) o por las incertidumbres generadas por el brexit (la salida de Reino Unido de la Unión Europea).
El grupo fundado por Amancio Ortega ha eludido crecer a través de adquisiciones desde que cerrara la compra de las empresas de moda españolas mencionadas. La compañía dedica buena parte de sus recursos de caja a la distribución de dividendos, inversión en tecnología, y compra y remodelación de locales comerciales. En 2015 obtuvo una posición financiera neta de 5.300 millones de euros superando así por vez primera la barrera de los 5.000 millones, y un beneficio de 2.875 millones. El pasado año destinó 1.626 millones al pago de dividendos, y para este ejercicio prevé repartir entre sus accionistas 1.870 millones. Ortega, primer accionista de la compañía con el 59,2%, recibirá 1.108,8 millones.
Sin apenas deuda y con más de 5.000 millones de euros de caja, Inditex podría acometer la compra de compañías competidoras sacrificando el elevado dividendo que reparte. Con un valor en Bolsa cercano ya a los 101.000 millones de euros -el viernes cerró a 32,37 euros por acción tras subir un 1,76%-, una operación que contemplara canje de acciones sería perfectamente asumible por la multinacional española, aunque previsiblemente el menor reparto de dividendos podría repercutir sobre su valor de mercado.
Inditex ha modificado recientemente su Reglamento Interno de Conducta en los Mercados de Valores, por vez primera en una década, con alusiones a modos de actuar en el caso de operaciones de adquisiciones o fusiones, como informó Vozpopuli la pasada semana. Aunque posiblemente se trate tan solo de un ejercicio de transparencia o una atención a una recomendación de los reguladores bursátiles, la compañía propietaria de Zara está en disposición de llevar a cabo una operación que permitiera una mayor expansión en Estados Unidos, en Asia, en el comercio en internet, o en otros negocios colindantes como el del lujo, o los complementos. Estas son cinco compañías a las que Inditex podría echar el guante:
Expansión en Estados Unidos.
Dos compañías de moda estadounidenses relevantes no pasan ahora por sus mejores momentos, lo que podría ser aprovechado por Inditex.
Abercrombie & Fitch, especializada en moda juvenil, registró entre abril y junio pérdidas superiores a las previstas por los analistas (13 millones de dólares) alcanzando una facturación en el periodo de 783 millones de dólares. La compañía ha anunciado planes para cerrar algunas de sus 744 tiendas en Estados Unidos y 182 en el extranjero. El valor de mercado de la empresa ha caído en un año cerca de un 37% situándose en los 1.150 millones de euros. Sólo con lo que Amancio Ortega va a recibir en dividendos por el ejercicio 2016 Inditex podría hacerse con la compañía estadounidense.
GAP, el número tres de la distribución de moda en el mundo, tras Inditex y H&M, terminó el mes de agosto con una caída en las ventas del 2%. En el primer semestre del año la compañía estadounidense registró un resultado de 252 millones de dólares, un 45% menos. La adquisición de GAP para Inditex serían palabras mayores, una operación mucho más complicada que la de Abercrombie & Fitch, pero el grupo resultante difícilmente sería batido por otro durante décadas. GAP cuenta con 3.727 tiendas en 52 países, que sumadas a los más de 7.000 establecimientos de Inditex en el mundo doblaría a las del grupo sueco H&M (con 4.077 locales en 64 mercados). En la actualidad el gigante estadounidense tiene un valor en Bolsa de 9.396 millones de dólares, 8.542 millones de euros. El viernes cada título de GAP se intercambiaba por 23,9 dólares, frente a los 33 dólares que costaba una acción de la compañía hace un año.
El rey de la moda británica en internet
Asos, la compañía británica fundada en el año 2000, facturó el pasado ejercicio 1.500 millones de euros. La empresa, especializada en la venta de ropa para jóvenes y complementos, ha revolucionado la comercialización de moda en internet, con webs locales en distintos países, y cerca de 90 millones de visitas diarias. La compañía vende prácticamente el 50% de sus prendas a través del teléfono móvil.
Inditex podría acometer la compra de Asos para aprovechar su tirón en el mundo digital, por el que el grupo presidido por Pablo Isla ha apostado fuertemente. La empresa tiene un valor en Bolsa de 3.834,6 millones de libras, 4.563 millones de euros. La salida de Reino Unido de la Unión Europea, por la que votaron los británicos el pasado 24 de junio, ha impulsado la cotización de la compañía, que registra buena parte de sus ventas fuera del país. No obstante, Inditex podría aprovechar la caída del valor de la libra frente al euro para hacer compras en Reino Unido.
Lujo británico o italiano
Si en los años noventa Inditex compró Massimo Dutti y Stradivarius para quitarse de encima el cartel de ropa barata, ahora podría ascender un paso más y plantearse la adquisición de una empresa de moda de lujo.
Siguiendo con el factor brexit, la compañía española tendría en un grupo como Burberrys un aliado perfecto para codearse con el gran lujo. Al igual que en el caso de Asos, el brexit ha impulsado la cotización de Burberrys, que ha alcanzado un precio en Bolsa de 5.816,5 millones de libras, 6.921 millones de euros. Pero la compañía ha registrado este año peores resultados de los previstos, lo que ha llevado al grupo a reducir un 75% el salario de su consejero delegado y director creativo, Christopher Bailey.
Otra de las firmas emblemáticas de la moda de lujo, Prada, no levanta cabeza. En los primeros seis meses de su actual ejercicio fiscal el grupo italiano ha registrado una caída del 25% en sus resultados, 141,9 millones de euros. Los ingresos de la compañía se han reducido en un 15%, hasta los 1.529 millones. Prada tiene en China su segundo mercado después de Europa y la empresa ha achacado a la desaceleración económica del país asiático sus peores resultados. La multinacional italiana cotiza desde el año 2011 en la Bolsa de Hong Kong.