Los representantes de los principales bancos acreedores de Abengoa, el conocido como G-7 (integrado por Santander, Caixabank, Bankia, Popular, Sabadell, HSBC, y Credit Agricole), ultiman un acuerdo para inyectar unos 1.000 millones de liquidez a la multinacional energética, el primer paso para evitar la que sería la mayor quiebra empresarial ocurrida en España. De acuerdo a fuentes financieras, el acuerdo podría firmarse el martes por la noche o el miércoles por la mañana.
Esa aportación de liquidez sería la antesala para lograr el apoyo de la mayoría de los acreedores y burlar el concurso. Una vez firmada esa inyección de 1.000 millones, el G-7 y Abengoa tendrán que lograr adhesiones a una propuesta anticipada de convenio que representara el 75% de la deuda total de la compañía. Dicho umbral es el que la Ley Concursal contempla para aprobar un convenio de pago que suponga una espera superior a los cinco años y quitas de más del 50% de la deuda.
Abengoa, declarada en preconcurso en diciembre, tiene hasta el 28 de marzo de este 2016 para presentar ante el juzgado mercantil número dos de Sevilla dicha propuesta anticipada de convenio
Abengoa, declarada en preconcurso en diciembre, tiene hasta el 28 de marzo para presentar ante el juzgado mercantil número dos de Sevilla dicha propuesta anticipada de convenio; si no lograra hacerlo en el tiempo preciso, el grupo podría solicitar al juez una ampliación del plazo. Técnicamente, la compañía sería declarada en concurso y, al mismo tiempo, presentando esa propuesta de convenio con el apoyo del 75% de la deuda, el concurso sería levantado, explican expertos en materia concursal. Además de Abengoa, otras 48 sociedades dependientes del grupo se encuentran en preconcurso; además, filiales brasileñas y estadounidenses se han acogido a la ley de quiebras de sus respectivos países.
Las adhesiones a la propuesta de convenio tendrán que provenir de los bancos acreedores, con más de 4.000 millones de euros de deuda, y de los bonistas, con unos 3.800 millones de euros de deuda. El apoyo del G-7 a dicha propuesta anticipada de convenio y de buena parte de los bonistas, estiman las fuentes consultadas, supondrá un porcentaje superior al 65% de la deuda total del grupo; después los principales acreedores financieros tendrán que buscar el apoyo de otros bancos acreedores y de propietarios de deuda cotizada de Abengoa.
En los últimos días, tras la aparente salida de Felipe Benjumea de las negociaciones y la asunción por parte del expresidente del grupo de que su participación en Abengoa se verá reducida de más del 50% a, previsiblemente, menos del 5%, las conversaciones entre acreedores y empresa han desencallado. "Santander está tirando para lograr evitar el concurso", comentan fuentes financieras. "Es el principal acreedor y sus cuentas son que con Abengoa en concurso perderá más del 80%, y fuera de concurso, aproximadamente el 70%", señalan. Los bancos acreedores y los bonistas se convertirán previsiblemente en los principales accionistas de la compañía sevillana.