La industria española del automóvil fabricó en 2014 un total de 2,4 millones de vehículos en las diferentes plantas de nuestra geografía. De ellos, algo más de 2 millones fueron destinados a la exportación, un proceso en el que los puertos españoles tienen una relevancia vital al gestionar el 86% de las mismas. Y es que un total de 1,7 millones de vehículos fueron exportados por los diferentes fabricantes a través de alguno de los 46 puertos de interés general del Estado, aunque el grueso de las operaciones recae sobre cinco de ellos, Barcelona, Vigo, Valencia, Santander y Pasajes, que concentran el 92% del total.
Teniendo en cuenta también las importaciones —algo más de 720.000 unidades—, el sistema portuario español manipuló 2,66 millones de vehículos nuevos en 2014, lo que supone un incremento del 4,6% respecto a los 2,54 millones movidos el año anterior.
Tanto los puertos de interés general como la propia industria del automóvil desempeñan un papel decisivo en la economía, el transporte y la logística en España. Los puertos cerraron el ejercicio 2014 con un importe neto de la cifra de negocio superior a los 1.000 millones de euros, y un resultado del ejercicio que superó los 184 millones de euros. Los puertos canalizan el 53% del comercio exterior español con la Unión Europea, y el 96% con terceros países, generando cerca de 280.000 empleos, entre directos, indirectos e inducidos, contribuyendo en un 2,07% del PIB y un 1,23% del empleo.
Por su parte, el sector del automóvil, con trece fábricas instaladas en suelo español, convierten a nuestro país en el noveno productor mundial, aportando 16.000 millones de euros a la balanza comercial española. Con más de 92.000 personas empleadas de manera directa en sus factorías, facturó más de 44.000 millones de euros en 2014.
