Manos Unidas recuerda que el Mundial de fútbol que empieza en Brasil no oculta las desigualdades que se producen en ese país, donde millones de personas viven en una situación de "exclusión, injusticia y pobreza". La ONG señala en un comunicado que, si bien Brasil se ha convertido en la séptima potencia económica del mundo, el 18,6 por ciento de su población (alrededor de 40 millones) sigue viviendo en la pobreza.
Por ello, dice comprender las "manifestaciones populares pacíficas" que reivindican "justificadamente" el respeto a los derechos de los más vulnerables y políticas públicas que eliminen la miseria. La organización hace hincapié en que Brasil es uno de los países más desiguales del mundo, ya que el 20 por ciento de la población más rica goza de una renta media 21,8 veces mayor que el 20 por ciento más pobre.
En este sentido, la organización reclama que para mejorar la dignidad de las personas, en ese país se intensifique la reforma agraria, se garanticen los derechos de los pueblos indígenas y comunidades tradicionales y se defienda la Amazonia de los "grandes proyectos extractivos guiados únicamente por el interés económico". Asimismo, pide que se superen los programas asistencialistas impulsados por el Ejecutivo brasileño y se lleven a cabo cambios estructurales que garanticen un futuro de desarrollo autónomo para los más pobres del país.
Por último, Manos Unidas emplaza a lograr un compromiso del gobierno de ese país en la defensa de los derechos humanos "luchando contra el trabajo esclavo, el tráfico de personas, las expulsiones forzadas y contra los altos índices de violencia del país". La organización ha financiado 1.012 proyectos de cooperación al desarrollo en Brasil en los últimos 25 años.