Jaguar ha puesto a la venta la variante mas potente de su gama XF, el XFR-S, una berlina de corte muy deportivo similar en su concepción, entre otros, al M5 de BMW. Monta un motor de 8 cilindros en V y 5 litros de cilindrada que desarrolla una potencia de 550 CV, 40 mas que el XFR, hasta ahora el mas potente de los XF, y que monta el mismo bloque V8. Para mejorar el rendimiento, se ha variado la gestión electrónica del motor y se ha mejorado todo el sistema de flujo del aire desde los cilindros a los escapes.
Exteriormente, la carrocería cuenta con pequeñas modificaciones aerodinámicas, disponiendo de dos tipos diferentes de alerón trasero que permiten reducir la elevación aerodinámica en un 68 por ciento contribuyendo, según la marca inglesa, a mejorar el aplomo en curvas, a aumentar la estabilidad a altísima velocidad y a minimizar los movimientos laterales de la carrocería. Incluye llantas de 20 pulgadas de diámetro con neumáticos 265/35 en el eje delantero y 295/30 en el trasero, mayores dimensiones que en el XFR. También el sistema de frenos está sobredimensionado, con cuatro discos ventilados de380 milímetrosdelante y 376 detrás.
El motor va asociado a una caja de cambios automática «Quickshift» de ocho velocidades que, como es habitual en este tipo de modelos, puede ser manejada desde la propia palanca o desde unas levas situadas detrás del volante. Las prestaciones respecto al XFR mejoran sensiblemente, sobre todo en lo que a la velocidad máxima se refiere, y no por que esos 40 CV extras permitan superarla con creces, sino por que si en aquél está limitada a 250 km/h de forma electrónica, en el XFR-S Jaguar ha decidido subir esta limitación hasta los 300 km/h en una demostración de hasta dónde puede llegar el desarrollo no ya del motor en sí, sino del bastidor, que debe estar preparado a conciencia para poder digerir todo ese potencial.
Si la velocidad máxima aumenta de forma notable, lógicamente la capacidad de aceleración mejora pero en menos medida. Así, el XFR-S acelera de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos, 3 décimas más rápido que el XFR, pero mantiene a pesar de la mayor potencia los mismos niveles de consumo, anunciando un valor medio homologado de 11,6 l/100 km, ayudado para ello de un sistema automático de parada y arranque del motor en detenciones que baja sensiblemente los consumos en ciclo urbano.
Varía también respecto al XFR la puesta a punto del bastidor, necesaria para que el mayor potencial del motor y la muy superior velocidad máxima no le llegue a poner en apuros. Cuenta con muelles y amortiguadores específicos un 30 por ciento más firmes en sus reglajes, se ha modificado el ángulo de caída de las ruedas en el eje delantero y se ha ajustado la geometría de la suspensión del eje trasero. También el funcionamiento de los sistemas electrónicos de ayuda a la conducción -como el de la gestión de la suspensión adaptativa, el control de estabilidad y el del diferencial electrónico-, han sido revisados y adaptados a la nueva configuración.
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