Agravado el enfrentamiento por las primaveras árabes, en la geopolítica actual del mundo islámico cohabitan enemigos irreconciliables, como lo son el Irán persa y chií y las petromonarquías árabes suníes del Golfo. Pero nada de eso es un escollo para Kami Rashidi, también conocido como Rashidi Omrani Mehrdad: se supone que Rashidi es de ascendencia iraní, aunque representa desde hace años a un todopoderoso grupo inversor de Emiratos Árabes Unidos y ha sido portavoz expreso del emir de Ajmán. Por si fuera poco, posee la nacionalidad española, país donde es un viejo conocido en el mundo de los negocios, y no precisamente por su fiabilidad. Y últimamente, Kamy Rashidi se ha reunido con personal del Ayuntamiento de Madrid, dirigido por Ana Botella. ¿Para hablar de negocios?
Eso parece, de acuerdo con las fuentes consultadas, aunque éstas no acaban de precisar con certeza qué hacía Rashidi esta semana en el Recinto Ferial de la Casa de Campo y en el Palacio Municipal de Congresos, ubicado en Campo de las Naciones, frente al Ifema. Allí Rashidi ha tratado con directivos de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), empresa que la alcaldesa no esconde su intención de privatizar. Madridec acaba de hacer un ERE que se dirime en los tribunales y soporta una deuda de 300 millones de euros; la empresa busca una salida a su situación (este viernes trascendió que el área de Seguridad y Emergencias se instalará en la Casa de Campo a partir de 2014), salida que puede pasar por el alquiler o venta de inmuebles municipales. Y ahí entraría Rashidi, interesado en alguna de las dos operaciones.
La compra frustrada del Betis
¿Quién es Kami Rashidi? Su nombre surgió en 2008 a través un consorcio inmobiliario suyo con sede social en España y llamado Whitelake que ganó un concurso valorado en 3.000 millones de euros para levantar el nuevo aeropuerto de Ajmán, todavía en construcción. Hay muy pocas noticias en la actualidad con relación al nuevo aeropuerto.
Un año después, apareció en la compra frustrada del Real Betis Balompié por parte del emir al que representa, Humaid Bin Rashid Al Nuaimi. Durante varias semanas, la prensa publicó por boca de un intermediario que el jeque Bin Rashid estaba a punto de hacerse con las acciones del polémico expresidente bético Manuel Ruiz de Lopera (lo que habría hecho del emir máximo accionista del equipo, actualmente en concurso de acreedores), así como de tener preparados 600 millones para invertir en fichajes. Fue el propio Kami Rashidi el que se encargó de desmentir tal cosa: “Cuando me llegaron las noticias de España, telefoneé al emir para felicitarle por la compra del Betis. Primero creyó que era una broma. Luego, cuando le expliqué los detalles, se molestó mucho”, señaló por marzo de 2009.
"Prometía el oro y el moro"
Pero la historia más rocambolesca protagonizada por Rashidi ocurrió al año siguiente con otro equipo de fútbol de la provincia de Ciudad Real, el Club Deportivo Puertollano. En verano de 2010, acabada la temporada, se presentó con su entramado societario en la ciudad manchega “prometiendo el oro y el moro”, en palabras de un redactor de La Comarca de Puertollano. Pero el desembarco venía con una serie de condiciones que se pactarían con el alcalde, Joaquín Hermoso Murillo (PSOE), en una reunión que fue diluyéndose hasta morir. “Se hizo mucha publicidad”, recuerda el periodista contactado, “y al parecer pedía cesión de suelo para erigir centros y hospitales deportivos, algo sin mucha lógica en Puertollano”. Rashidi nunca tomó posesión como presidente del club y terminó esfumándose.
Prácticamente no hubo noticias de él en España (de su emporio Whitelake algo puede leerse en la red) hasta estos últimos días. Al parecer, Kamy Rashidi está interesado en alguna operación, de compra o arrendamiento, relacionada con el Palacio Municipal de Congresos, versión que este medio no ha podido confirmar. Otras fuentes indican que su interés reside en la Casa de Campo, no en el entorno de Ifema. Y unas terceras, las minoritarias, que Rashidi podría ser nombrado directivo de Madrid Espacios y Congresos, un desenlace que sería completamente estrambótico para una empresa pública tan malograda. Sea como fuere, el representante del jeque emiratí está en contacto con el Palacio de Cibeles.