Los recortes en ciencia por quinto año consecutivo han puesto a los investigadores en pie de guerra, que, con diferentes actos, han querido llamar la atención sobre una situación "límite y preocupante" que podría provocar "el desmoronamiento" del sistema de I+D+i, ya cerca del "precipicio".
Los presupuestos de ciencia para el próximo año han vuelto a sufrir un recorte (-7,21 % contando la I+D+i civil y militar), lo que coloca la inversión en este campo en niveles de 2005, según la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), cuyo presidente, Carlos Andradas, califica la situación de "límite". "Estamos en una situación límite y depende de lo que se haga con estos presupuestos en discusión caeremos en el hoyo o seguiremos bordeando el precipicio", remacha en declaraciones a Efe.
Para alzar la voz ante esta situación, los científicos se unieron esta semana en un acto, convocado por la Cosce y otras organizaciones, en el que se leyó el manifiesto "Sin I+D+i no hay futuro", apoyado también por la Confederación de Rectores de Universidades Españolas y que ahora van a mandar a los partidos. Allí, en la sede central del CSIC, se dieron cita algunas caras conocidas de la ciencia, entre ellas Margarita Salas, Juan Luis Arsuaga o Antonio García-Bellido. Arsuaga, director del Centro de Evolución y Comportamiento Humanos, señala a Efe que, si bien la ciencia siempre tiene que ser de calidad, con falta de presupuesto se hará menos ciencia porque habrá menos masa crítica y menos jóvenes empujando, lo que espera sea por poco tiempo, aunque, alerta, "nos acercamos al precipicio".
El acto del CSIC no fue el único de esta semana; precisamente, se conoció que Margarita Salas, junto a otros doce científicos punteros, envió el pasado 24 de octubre una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para pedirle que no "sentencie a muerte" la I+D pública -según el borrador de Presupuestos Generales del Estado las subvenciones para la ciencia disminuyen algo más de un 13 %-. A esta misiva, además, se suma otra, también dirigida a Rajoy, de 39 investigadores, la mayoría de centros catalanes, y otra más de científicos del CSIC a la comisaria europea de Investigación. También 42 sociedades científicas que agrupan a más de 25.000 científicos solicitaron un pacto de Estado en I+D+i.
Aunque cuesta "un poco" movilizar al sector, reconoce Andradas, de la Cosce, los científicos se han ido contagiando porque la situación "afecta ya a todo el sector", por lo que habrá más movilizaciones. La comunidad científica ya se está movilizando, dice a Efe Carlos Duarte, investigador del CSIC, pero "en desbandada". "Una desbandada de investigadores fuera de nuestro país a los que será difícil, si no imposible, atraer, pues todos se van con la sensación de haber sido engañados", subraya Duarte, quien afirma: "nuestro Gobierno está actuando de forma absolutamente inconsciente, está hipotecando nuestro futuro para al menos una generación".
De parecida opinión es el director del Instituto de Neurociencias, Juan Lerma, quien declara que el verdadero milagro español ha sido el científico: la producción científica en 20 años se ha multiplicado por 11 en España, pero esto se puede perder en "poquísimo tiempo" si el tratamiento presupuestario no mejora. Lerma, quien habla de que con más recortes el sistema se va a "desmoronar", insta al Ejecutivo a hacer una reflexión acerca de la rentabilidad de la I+D, que para él es "un buen negocio", y los retornos, además, son de calidad extrema, "nada que ver con el ladrillo".
Eulalia Moreno, de la Estación Experimental de Zonas Áridas, apunta que los recortes "ya hoy ponen en peligro la continuación de importantes líneas de investigación básica y aplicada". El Gobierno reconoce que estas protestas evidencian la preocupación de la comunidad científica, pero es un momento difícil, insisten fuentes de la Secretaría de Estado de I+D+i.
A falta de inversión, que "esperamos recuperar", continúan estas fuentes, se está trabajando para optimizar la inversión y diseñar una nueva estrategia española de ciencia, tecnología y de innovación, y un plan nacional que permita afrontar el futuro con garantías.