Las ventas de los tres principales fabricantes de automóviles japoneses en China sufrieron fuertes caídas en septiembre, mes en el que las de Toyota llegaron a reducirse casi un 50%, en medio del sentimiento antinipón en ese país por una disputa territorial.
Toyota vendió en septiembre 44.100 unidades, un 48,9% menos que en el mismo periodo 2011, y Honda Motor, 33.931 vehículos, un 40,5% inferior, según datos difundidos por la agencia local Kyodo. Por su parte, Nissan Motor colocó un 35,3% menos de unidades, hasta las 76.100, en septiembre.
En China, primer mercado mundial de automóviles y donde ese mes se produjeron violentas protestas antijaponesas en diversas ciudades que obligaron a detener temporalmente la actividad de numerosas empresas niponas.
De este modo, Toyota Motor, que posee fábricas en ciudades como Tianjin, Changchun o Sichuan, y también Honda Motor mantuvieron cerradas sus plantas y oficinas a mediados de mes tras registrarse actos violentos en concesionarios y fábricas.
Otras marcas niponas como Mazda, Mitsubishi Motors y Fuji Heavy Industries (que fabrica la marca Subaru) también disminuyeron las ventas entre el 30% y el 60% interanual en septiembre.
Conflicto territorial
La tensión bilateral se reavivó después de que Japón anunciara en septiembre la compra de tres de las islas del conflictivo archipiélago Senkaku/Diaoyu, deshabitado y con una superficie de poco más de 7 kilómetros cuadrados, que administra de facto Japón y cuya soberanía reclama China.
Según publicó ayer el diario económico Nikkei, Toyota, Nissan y Honda, los tres principales fabricantes japoneses del motor, podrían recortar el ritmo de su producción hasta en un 50% ante el retroceso de la demanda.
De producirse, esa medida le supondrá a cada fabricante un recorte mensual de entre 30.000 y 40.000 vehículos, mientras que las tres compañías vigilan de cerca el mercado chino para comprobar el alcance del sentimiento antijaponés en el país.
La tensión por la disputa territorial entre China y Japón ha suscitado el temor a un impacto en el comercio bilateral entre la primera y segunda economía de Asia, que en 2011 ascendió a cerca de 345.000 millones de dólares.