Concordia y sonrisas , la complicidad era la nota predominante. Pedro Sánchez y Moreno Bonilla no hablaron de Cataluña o financiación. En esta ocasión, el protagonismo estaba en Huelva, una de esas regiones periféricas que hoy se ha convertido en referencia europea en la industria aeroespacial. Moguer ya no solo será la tierra de Juan Ramón Jiménez, también será la de los drones.

El Centro de Ensayos de Sistemas Aéreos no Tripulados (CEUS) es la punta de lanza de un ecosistema que concentra en el eje Sevilla-Cádiz-Huelva a lo más granado del sector en España. Pedro Sánchez enfatiza en la inauguración que Huelva “siempre miró al suelo” para su desarrollo, en referencia a la explotación de recursos mineros; ahora, Huelva “mirará al cielo”. Moreno Bonilla destacó la relevancia del clúster aeroespacial andaluz que no deja de crecer y posibilita la “modernización del perfil económico de Andalucía”.

El sector aeroespacial tiene a 147 empresas en Andalucía, solo en 2023, el clúster facturó más de 2.700 millones de euros, triplicando la facturación y doblando el empleo que existía una década atrás. Moreno Bonilla define a la nueva instalación como una infraestructura estratégica. “Podemos situarnos a la cabeza de una industria con mucho futuro”, ha destacado el presidente andaluz, que valora el acceso a un “perfil mucho más tecnológico y más de vanguardia en Europa” del tejido industrial andaluz.

Sánchez afirma que esta ha sido una jornada “cargada de futuro”, enfatiza que “no hay inversión más rentable y segura que la que se destina al conocimiento y la investigación”. El presidente del Gobierno, ante la presencia de la ministra de Defensa y el jefe de Estado Mayor de la Defensa, enfatiza el “poder tractor” de la industria de defensa para renovar el tejido y distribuirlo en “el territorio, creando desarrollo local diversificado”.

Un campo de pruebas para la tecnología del futuro

El Ejecutivo presume de haber movilizado 2.800 millones de euros del PERTE aeroespacial que permiten dar la bienvenida a un proyecto largamente esperado y que está llamado a ser “el mejor centro de excelencia europea de sistemas tripulados remotamente”, ha dicho el presidente del Gobierno.

El Arenosillo, es conocido como el cabo cañaveral español, no en vano, desde estas instalaciones despegó el primer cohete español, el Miura. La nueva instalación reúne numerosas condiciones envidiables, se extiende en 75 hectáreas junto a Doñana y la costa, tiene buenas condiciones atmosféricas que permiten volar más de 330 días/año y, gracias al Parque Nacional, tiene una extensa zona de exclusión aérea de un millón de hectáreas y colinda con el espacio aéreo marino que permite vuelos de hasta 8.000 metros de altura.

El entorno del CEUS conecta con el CEDEA del instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, a solo 10 kilómetros y con el que compartirá información a tiempo real. La nueva instalación ha contado con 28 millones de euros de inversión y tiene un inquilino fijo: el avión de investigación del INTA, un C-295 fabricado por Airbus en Sevilla que ha costado 27.5 millones de euros sufragados con Fondos FEDER. Una aeronave que posibilitará ensayos en vuelo de equipos y sistemas aeronáuticos, teledetección e investigación atmosférica, así como pruebas de vuelo y científicas.

La instalación abre las puertas para que no solo Defensa teste allí sus ingenios, también está disponible para el sector privado y las universidades que tiene tanto protagonismo en Andalucía: las aeronaves tripuladas desde tierra, los drones, serán el principal argumento de esta instalación. Podrán despegar vehículos de hasta 25.000 kilos al despegue.

El Centro de Ensayos para Sistemas No Tripulados (Center of Excellence of Unmanned Systems, CEUS) va a convertir a los cielos de Huelva en el terreno de juego de la industria de drones europeos. Cuando el proyecto se esbozó en el papel, las cuestiones atmosféricas y logísticas eran una prioridad. No obstante, el contexto actual de guerras abiertas que afectan directamente a Europa da un nuevo vigor e impulso al sector. Los drones son un elemento protagonista en la nueva doctrina militar y de defensa. Cómo desemplean ese papel se definirá en Huelva.

En informes previos a la guerra de Rusia en Ucrania, la Comisión Europea estableció que la industria de los drones ya era una apuesta segura, con un crecimiento interanual del 14%. Antes de que los planes de desarrollo fueran más opacos por la seguridad que exige la guerra, Bruselas estimó que el sector de los drones podría llegar a emplear a 100 mil personas en Europa en 20 años.

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