Cultura

‘Cubanías’, un descenso a los abismos de la Cuba de la represión y la miseria

"Con más de un millar de presos políticos, Cuba es la gran cárcel de inconformes y disidentes de este hemisferio"

  • Imagen de archivo de un coche en una calle de La Habana, Cuba.

"Los veranos son los momentos más tensos del año en Cuba. Los dirigentes del Partido Comunista les temen a los meses de julio y agosto como el diablo a la cruz. La gente común sabe que en esas semanas los cortes eléctricos se disparan, las largas colas para comprar comida se vuelven más tortuosas debido al calor y la agresividad social alcanza cotas altísimas. Para Paula, con el verano los sofocos se hacen insoportables, los problemas de suministro de agua en su barrio le colman la paciencia, y el asma, que se le revuelve con el estrés, la obliga a pasar más de una madrugada en algún cuerpo de guardia de un hospital. Cuando llega hasta la enfermera tan solo recibe un: «No tenemos salbutamol para el aerosol»”.

El relato es una crónica de la degradación actual del país de la periodista Yoani Sánchez fundadora del periódico digital '14ymedio' con sede en La Habana. “La Habana que discurre ante su mirada es solo un fantasma de aquella ciudad sensual y efervescente donde nacieron los padres de Paula, sus tíos abuelos. Pero, a pesar de la estática milagrosa en que se mantienen algunos inmuebles, de las calles llenas de huecos y las pilas de inmundicias que parecen querer tragarse la urbe, algo de aquella Babilonia del Caribe queda para impresionar a quien la ve por primera vez”. 

Sánchez ilumina con sus palabras un retrato de la capital y el país a través del paseo de Paula y uno de sus sobrinos que acaba de llegar a la La Habana. Una ciudad y un país en el que hace demasiado tiempo en el que los dirigentes se distanciaron del pueblo: “Esos de por allá arriba”, “los cuellos gordos”, “las primeras barrigas de la República”, en una distinción que llega hasta el ámbito pronominal, los dirigentes del partido son el "ellos" frente al "nosotros" del pueblo.

Menos amables son los epítetos para la seguridad del Estado: El Armagedón, La Trituradora, Los Inquietos Muchachos, Los Quebrantahuesos sirven para alertar de la llegada de la policía política que carga contra los merolicos, los vendedores ambulantes a los que el régimen señala como causa de la inflación. "La mayoría, gente anciana o con discapacidades que monta su pequeño e improvisado puesto en el que exhibe bisutería, fosforeras y máquinas desechables de afeitar. Representan el escalón más bajo del comercio privado en la capital cubana y son los más estigmatizados por la propaganda oficial y los más duramente perseguidos por la policía", apunta Sánchez.

En el paseo de Paula se encuentra con edificios en estado de ruina en el que viven familias, comedores sociales conocidos por la mala calidad de los alimentos, cajeros automáticos sin efectivo, calles cubiertas de basura en las que se expulsan aguas residuales. Un país arruinado en el que comprar un refresco importado de México cuesta el sueldo de un día de un ingeniero, y comerciantes compran frascos vacíos para rellenarlos con alguna otra mezcla y venderla como si fuera original. “Es una estafa y todo el mundo sabe que es una estafa, pero siempre que puedo le guardo algún pomo de colonia o de champú para sacarle un dinerito”, reconoce la protagonista de la historia.

Un país paralizado que continúa paralizándose: "Hace cinco años, en el país se movía el doble de vehículos que ahora, lo cual se traduce en que, de 5,9 millones de pasajeros que circulaban, se bajó a 2,7 millones, según reconoció en abril de 2024 el propio ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila”.

Cuba es un monolito cada vez más cubierto por la miseria que parece solo dar pasos para reprimir a la disidencia: “Tú no digas ni pío y cuidado con el telefonito ese que ahora a los jóvenes les ha dado por poner en Facebook todo lo que ven y les meten multas o se los llevan presos”, señala Paula a su sobrino. Multas de miles de pesos por hacer memes de Miguel Díaz-Canel y presos por anunciar protestas en redes.

"Con más de un millar de presos políticos, Cuba es la gran cárcel de inconformes y disidentes de este hemisferio. Pero no solo en un calabozo se purga la condena por estar en contra del Gobierno. Para los críticos, el régimen guarda también el fusilamiento de su reputación en los medios oficiales, la prohibición de salida del país conocida como «regulación», la expulsión de su empleo, los cercos policiales alrededor de sus viviendas y, en muchos casos, las amenazas para forzarlos al exilio", recoge Sánchez.

El relato de Sánchez concluye con el cada vez más estrecho acercamiento de Cuba a la Rusia de Putin, con cubanos desplazados al frente ucraniano. El texto forma parte de Cubanías. Luchas por la libertad de la isla un compendio de siete relatos para entender la lucha por los derechos humanos en la isla, promovido por la ong Civil Rights Defenders, una organización que trabaja en los lugares más represivos el continente para fortalecer la seguridad, las capacidades y el impacto de las personas y organizaciones que defienden los derechos humanos en esos territorios.

En la carta de presentación de la obra, Erik Jennische, director de Departamento de América Latina de Civil Rights Defenders, señala que la lucha por la libertad en Cuba “no se da solamente en la calle o en manifestaciones contra el Gobierno, es una batalla diaria en la que se pone en juego la realidad".

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