El presidente valenciano y candidato socialista a la reelección, Ximo Puig, está desarrollando una estrategia electoral centrada en evitar el voto dual en el área metropolitana de Valencia. En 2019 el denominado 'cinturón rojo' volvió a funcionar para PSPV y Compromís y en la cita del 28-M Puig está convencido de que mantendrá su preeminencia en este área que es clave para su proyecto.

Son muchos los ciudadanos que votan en función del ámbito administrativo que esté en juego pero Puig y sus colaboradores tratan de que las papeletas de las elecciones municipales y autonómicas se unifiquen al máximo.

El 28-M va a poner a prueba la gestión de los alcaldes y alcaldesas y también su capacidad de arrastre hacia el voto autonómico.

Más de un millón electores

El área metropolitana de Valencia tiene a la capital del Turia como principal referente (donde podrán votar 579.000 ciudadanos) pero los otros 44 municipios suman prácticamente 700.000 electores más.

Juntos conforman el 35% del total del censo electoral de la Comunidad Valenciana (supera los 3.700.000 electores) y la lucha por el voto adquiere aún más importancia en la inminente cita con las urnas por lo ajustado de los pronósticos. La campaña de Ximo Puig se ha centrado en el perfil presidencialista, la gestión y el perfil bajo.

Las plazas son los lugares de encuentro de los actos del PSOE valenciano con un programa dinámico al que se le van incorporando sugerencias ciudadanas después del proceso de escucha en esos encuentros. La gestión de los alcaldes y del presidente valenciano son el eje de las propuestas y se aleja el foco de la contienda política nacional.

Las mayorías absolutas logradas por el PSOE en 2019 están en riesgo en términos generales el día 28 al verse mermada su distancia con el PP. Los populares crecen mucho por la absorción de más del 50% de los votos que obtuvo hace cuatro años Ciudadanos.

El apoyo de los alcaldes

Puig se apoya en alcaldes y alcaldesas de éxito y comparten cartel electoral en sus actos. Así se quieren presentar ante los ciudadanos, para evitar la posibilidad del voto dual dentro de dos semanas, y que la papeleta del PSOE se introduzca dos veces en las urnas.

Poblaciones como Aldaia, Xirivella, Paiporta, Catarroja, Alaquàs, Mislata, Burjassot, Quart de Poblet, Moncada, Manises, Silla o Picassent son algunas en las que los primeros ediles están haciendo de efecto tractor hacia el proyecto autonómico de Ximo Puig. Las fuentes socialistas consultadas por Vozpópuli aseguran que los datos de que disponen en estos municipios son "muy buenas y tranquilizadoras".

En otras localidades como Alfafar y Puzol es el PP quien intenta mantener su mayoría absoluta, en el primer caso, y alcanzarla, en el segundo. Quieren seguir como referentes populares en 'feudos' tradicionalmente socialistas.

Alboraya y, especialmente Paterna, han centrado también buena parte de los esfuerzos del candidato del PP a la Generalitat, Carlos Mazón, quien tiene buenos pronósticos en ambos municipios, que actualmente tienen holgadas mayoría de los socialistas.

Gobernar es difícil en ambos municipios para el PP pero se da por descontado que la distancia con los socialistas se va a acortar de manera significativa y que tanto Sara Palma como Modesto Martínez aportarán miles de votos también al proyecto autonómico.

No en balde, Paterna fue la localidad escogida por Mazón para hacer la presentación de sus candidatos municipales. Ximo Puig también es consciente de que debe aportar votos al candidato local, Juan Antonio Sagredo, y ha realizado visitas de precampaña a empresas del municipio, al tiempo que desde el Gobierno autonómico han prometido la construcción de un hospital en Paterna para la próxima legislatura.

Esa lucha centímetro a centímetro –que para nada se produjo en las citas de 2015 y 2019– confirma que tanto Puig como Mazón dan verosimilitud a lo apretado de las previsiones electorales.

Equilibrio en Torrent

Torrent –el segundo municipio más numeroso de la provincia– es también objeto del esfuerzo electoral del PP y Carlos Mazón ha realizado visitas, presentaciones y coloquios durante al menos cinco veces desde que comenzó el año.

Por su parte, Ximo Puig ha dejado la posibilidad abierta de que el candidato local, Jesús Ros –el actual alcalde– sea el próximo presidente de la Diputación, aunque el alcalde de Mislata y vicepresidente de la corporación provincial, Carlos Fernández Bielsa, parte como favorito.

Jesús Ros tiene una ligera ventaja sobre la candidata popular, Amparo Folgado, aunque todo apunta a que la dinámica de bloques no variará mucho en el ámbito local respecto a 2019 y habrá bastante equilibrio.

La guinda, en Valencia

En Valencia, la distancia de la candidata del PP, María José Catalá, es bastante grande sobre la candidata socialista, Sandra Gómez, y Puig tratar de unir fuerzas para acortar esa brecha lo máximo posible.

Hoy, sin ir más lejos, Puig ha organizado la foto de familia de todos los candidatos locales del PSOE valenciano en el edificio Veles e Vents de Valencia en un intento de proyectar la imagen de que la capital del Turia es clave para el proyecto socialista 2023-27.

El área metropolitana de Valencia será el juez del 28-M y todo está por escribir. El PSOE de Puig intenta que no se pierda ni un voto de los alcaldes en el ámbito autonómico, sabedor de que el proyecto de Carlos Mazón está ahora inmerso en una ola de crecimiento que amenaza el tradicional "cinturón rojo" que rodea a la capital del Turia.