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España hace sus deberes en reducción de emisiones de gases de efecto invernadero

Es una de las principales conclusiones de la nueva edición del Estudio Evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España 2005-2020, elaborado por Liken Carbon Hub para Fundación Naturgy

  • La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero es una prioridad para la lucha contra el cambio climático.

La lucha contra reloj que el planeta mantiene contra el cambio climático atraviesa un periodo tan decisivo como delicado. Y es que la guerra en Ucrania o la crisis energética están poniendo muy cuesta arriba el objetivo de impedir que la temperatura del planeta siga aumentando por encima de los 2 Cº. En ese complejo contexto, la humanidad debe redoblar sus esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), uno de los principales factores que incrementa el calentamiento global.

Saber cómo están siendo los avances y retrocesos en materia de reducción de emisiones es fundamental de cara a lograr los ambiciosos objetivos de descarbonización de la economía marcados por la mayoría de naciones y, en particular, por la Unión Europea. Por lo que se refiere a España, para tener una idea clara acerca de cuáles son esos niveles de cumplimiento en nuestro país y de su evolución a lo largo del tiempo, la Fundación Naturgy ha encargado a la consultora especializada en cambio climático y gestión de emisiones Liken Carbon Hub la realización de la tercera edición del "Estudio de la Evolución de las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero en España", que en esta ocasión ha sido confeccionado sobre la base de los datos correspondientes al periodo comprendido entre 2005 y 2020. 

Entre 2005 y 2020 España ha registrado una reducción del 37% de las emisiones brutas totales y del 30% en emisiones per capita

"España está haciendo sus deberes en cuanto a reducción de gases de efecto invernadero", destaca Luis Robles, director de Liken Carbon Hub y principal responsable de este trabajo. Y es que, apunta este especialista, durante el periodo analizado España ha registrado una reducción del 37% de las emisiones brutas totales y del 30% en cuanto a emisiones per capita. Una disminución que también se puede apreciar dentro del contexto europeo, donde nuestro país ha pasado de representar el 8,4% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea en 2005 al 7,4% en 2020. Estos datos confirman, opina Robles, "que España es un país responsable que cumple con sus compromisos internacionales". 

Otro dato positivo que se puede extraer del trabajo está relacionado con la intensidad de estos gases de efecto invernadero, que han pasado de las 476,5 toneladas de dióxido de carbono en 2005 a 244,88 toneladas en 2020. Un descenso muy relevante y que demuestra, señala el directivo de Liken Carbon Hub, "una clara tendencia a separar la generación de riqueza de la de las emisiones de gases de efecto invernadero", o lo que es lo mismo, "que somos capaces de producir mayor número de unidades de PIB con menores niveles de emisiones". 

España hace sus deberes en reducción de emisiones de gases de efecto invernadero
Un momento de la presentación del informe.

Una evolución constante

En el año 2005 entró en vigor el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE UE) con el objetivo de promover la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de un modo que fuera rentable y económicamente eficiente. Ese año significó para España un punto de inflexión en cuanto a su capacidad de reducción de emisiones. "Mientras que en el resto de Europa se llevaba reduciendo desde los años 90, nuestro crecimiento económico más lento hizo que no fuera hasta ese 2005 cuando comenzaron a disminuir nuestras emisiones en el sector de la energía". 

La pandemia ha supuesto un paréntesis en esta evolución y una anomalía en la serie histórica, por lo que los autores del estudio recomiendan tomar con ciertas reservas los datos correspondientes al año 2020. "Está claro que con menor actividad económica hay menos emisiones, y de hecho el año 2021 ha habido un repunte del 5,1% que es lógico debido a la reactivación", advierte Luis Robles. 

Una de las novedades de la presente edición del estudio es un apartado dedicado a realizar un ejercicio de prospectiva que incluye una visión conjunta de largo plazo, en la que se combina información sobre emisiones desde 1990 hasta los objetivos establecidos en la normativa nacional en 2030. Un análisis que arroja el objetivo de reducir las emisiones totales en un porcentaje del 23% respecto a las de 1990, pasando de los 290 millones de toneladas de CO2 emitidos en 1990 hasta los 221 millones de toneladas de CO2  fijados como objetivo para 2030.

Gases de efecto invernadero por sectores

El estudio entra al detalle de las emisiones de distintos sectores de actividad como Producción de Electricidad, Transporte, Residencial, Servicios e Instituciones, Agricultura y Ganadería, Industria y Residuos. La energía (compuesto por las emisiones correspondientes al uso de energía en el transporte, la industria, la generación de electricidad y calor y los sectores residencial y comercial, entre otros) es la máxima responsable de la emisión de estos GEI con el 75,5% de las emisiones acumuladas durante el periodo de análisis.  

El 34% de las emisiones se originan en el consumo de combustible dentro de la actividad de transporte, un porcentaje que en 2020 se elevó hasta el 38%. El transporte es, de hecho, para Luis Robles, un sector sobre el que hay que poner especial foco, ya que "no está centralizado en grandes focos de emisión, como el transporte de mercancías por carretera, sino que también se ve afectado por el uso de vehículos privados". 

El 34% de las emisiones se originan en el consumo de combustible dentro de la actividad de transporte, un porcentaje que en 2020 se elevó hasta el 38%

En general, existe bastante desigualdad en cuanto a los niveles de reducción alcanzados por los distintos sectores de actividad. Así, mientras que el sector de generación de electricidad ha logrado reducir emisiones en casi un 70% desde 2005, el residencial ha experimentado una disminución cercana al 30%. 

Además, Luis Robles recuerda que la industria ha logrado reducir sus emisiones en un 36% desde 2005, lo que demuestra que ser más sostenible no está reñido con la competitividad y que, de hecho, esta es una poderosa palanca para la transformación económica y tecnológica que necesita la economía. 

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