Economía

La industria comienza a destruir empleo tras la caída de las ventas al peor nivel de la pandemia

Las exportaciones cayeron en septiembre al mayor ritmo en más de dos años. En este contexto de inflación y menor consumo, la confianza de los empresarios fue negativa por primera vez desde mayo de 2020

  • Un operario trabajando en una fábrica. -

Las ventas de la industria española caen al peor nivel de la pandemia y las empresas manufactureras empiezan a destruir empleo. El Índice de gestores de compra (PMI) que elabora S&P Global Ratings publicado este lunes revela que tanto la producción como los nuevos pedidos disminuyeron en septiembre, provocando que la confianza de los empresarios sobre el futuro se volviese negativa el mes pasado por primera vez desde mayo de 2020. La incertidumbre la achacan a la alta inflación y a un menor consumo

En lo que respecta a la producción, las fábricas sufrieron en septiembre la segunda reducción en los últimos tres meses, siendo ésta la contracción más pronunciada desde junio de 2020. En cuanto a la caída de los nuevos pedidos, fue mayor que la observada para la producción. "Los últimos datos mostraron una fuerte reducción de las ventas en general que estuvo entre las más grandes desde los confinamientos iniciales por la pandemia en la primavera de 2020", avisan los expertos de S&P.

Asimismo, las empresas informaron mayoritariamente que el consumo está disminuyendo, socavado por la alta inflación. La contracción no se da sólo entre los compradores nacionales, también las nuevas ventas de exportación disminuyeron por séptimo mes consecutivo y al ritmo más fuerte en más de dos años.

En consecuencia, la disminución de la producción y los nuevos pedidos llevaron a las empresas a reducir su actividad de compras en septiembre por cuarto mes consecutivo. Las empresas prefirieron, en la medida de lo posible, utilizar los stocks existentes para producir, también afectadas por los retrasos y los problemas de los proveedores para entregar sus pedidos.

Más aumentos de precios

Las dificultades para obtener insumos de los vendedores continuaron apuntalando las presiones inflacionistas. Los
costes operativos aumentaron a la tasa más alta en tres meses, y nuevamente a un ritmo históricamente elevado. Las empresas informaron que las materias primas en general se encarecieron, y que los precios de la electricidad y del gas también fueron un factor clave que impulsó la inflación. A su vez, los fabricantes respondieron aumentando sus precios cobrados a un ritmo más pronunciado.

De esta forma, puesto que la producción y los nuevos pedidos cayeron, "las empresas optaron por reducir la fuerza laboral", aseguran desde S&P. "Debido a que este aumento de los precios pagados su sumó a la fuerte caída de las ventas, las empresas se mostraron reacias a contratar personal, y el empleo disminuyó ligeramente en septiembre por tercer mes consecutivo”, añaden.

Con todo, el Índice PMI del Sector Manufacturero Español de S&P Global, un indicador compuesto de una sola cifra diseñado para proporcionar una indicación del comportamiento del sector manufacturero, disminuyó hasta 49.0 en septiembre. Esta lectura estuvo por debajo de 49.9 registrada en agosto, indicando el tercer mes consecutivo que el la actividad de la industria española se ha situado en terreno negativo (por debajo de 50).

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