Si alguna vez te has sentido atraído por las etiquetas de carne "extratierna", "muy jugosa" o "supertierna", puede que estés pagando mucho más por un producto de calidad cuestionable. Según un experto en alimentación de la OCU, estos términos esconden una práctica común en los supermercados: añadir agua, azúcar, sal y una larga lista de aditivos para modificar la textura y el sabor de la carne, vendiéndola a un precio mucho más elevado.
Este reclamo comercial aparece en carnes adobadas, marinadas o con especias, como "al ajillo" o "a las finas hierbas". Sin embargo, detrás de estas atractivas denominaciones, los consumidores estarían pagando hasta un 35% más por agua y otros ingredientes añadidos, según advierte la OCU.
Carne con agua y aditivos: lo que pagas realmente
El experto de la OCU explica que muchos de estos productos contienen entre un 10% y un 30% de agua añadida, además de ingredientes como sal, azúcar, aromas y aditivos. Estos últimos incluyen compuestos como lactato potásico, ascorbato sódico o carragenato.
Por ejemplo, un producto que indique 90% de carne y 10% de agua y aditivos significa que el consumidor está pagando ese 10% extra al precio de la carne. En otros casos, la proporción es aún peor: algunas bandejas tienen un 72% de carne y hasta un 24% de agua añadida, incrementando significativamente el coste del producto para el consumidor.
Esta práctica resulta especialmente engañosa porque, a igualdad de peso, la carne "extratierna" o "muy jugosa" puede costar hasta un 35% más, según ha señalado la OCU.
Productos de baja calidad vendidos a precios altos
Además del sobrecoste, la OCU alerta que estas carnes suelen ser de calidad inferior, dado que el agua y los aditivos no solo influyen en el precio, sino también en la textura y el sabor. Estas estrategias permiten a los fabricantes abaratar costes mientras los consumidores creen estar adquiriendo un producto premium.
El vídeo compartido por la OCU en redes sociales incluye frases directas como: “No te dejes engañar: un consumidor informado siempre acierta”, en un claro intento de concienciar sobre las etiquetas y listas de ingredientes.
¿Cómo identificar estas prácticas y evitar engaños?
La clave está en leer detenidamente la etiqueta del producto. Según el experto, los consumidores deben fijarse en:
- Porcentaje de carne real: evitar productos con porcentajes inferiores al 90%.
- Lista de ingredientes: si entre los primeros aparece agua, sal o azúcar, podría no ser una carne 100% natural.
- Denominaciones comerciales: ser crítico con términos como "jugosa" o "tierna", ya que suelen indicar procesados.
La advertencia de la OCU pone sobre la mesa la necesidad de mayor transparencia en el etiquetado de alimentos y de mejores regulaciones para evitar prácticas que puedan inducir a error al consumidor. Mientras tanto, el mensaje del experto es claro: infórmate antes de comprar.