El Hospital de la Vall d'Hebron de Barcelona ha asegurado este viernes que la bacteria Klebsiella pneumoniae, que causó la muerte de dos bebés prematuros en abril, no se transmitió por vía medioambiental.
Tras la realización de analíticas, el centro hospitalario ha informado este viernes de que la hipótesis más probable del contagio ha sido debida a la manipulación cruzada de pacientes u objetos que se encuentran en la unidad de curas intensivas de pediatría, donde estaban ingresados los bebés.
Ocho bebés continúan aislados
Los ocho bebés prematuros que continúan aislados afectados por la misma bacteria multirresistente siguen sin presentar síntomas, han indicado las mismas fuentes sanitarias.
Por el momento, los pequeños siguen aislados aunque cuatro de ellos han mejorado un poco, lo que hace menos probable que desarrollen una infección.
Los dos bebés que fallecieron, uno de ellos nacido a las 24 semanas con 680 gramos de peso y el otro a las 25 con 485 gramos, murieron los días 22 y 24 de abril.
Ambos presentaron un cuadro de enterocolitis, una patología muy frecuente entre los prematuros, que causa la inflamación del intestino y facilita el paso de las bacterias a la circulación sanguínea, en este caso la klebsiella, que derivó en una sepsis y la muerte de los dos pequeños.