Con la idea de frenar el cambio climático, países y ciudades de todo el globo trabajan por implantar medidas. Uno de los mayores problemas es el uso del coche. La transición del vehículo que utiliza combustible al vehículo eléctrico o híbrido no está siendo fácil, algo que ha hecho que la Dirección General de Tráfico -DGT- comience a poner una nueva multa a conductores que aún manejan los vehículos tradicionales.
Además del elevado coste de cambiar de vehículo y adquirir un coche eléctrico o híbrido, son varios los inconvenientes que conlleva el salto del combustible a la energía verde. Uno de ellos es la falta de puntos de carga en España. Actualmente, el país cuenta con alrededor de 30.000 puntos de carga, una cifra que dista mucho de los 45.000 planteados como objetivo para 2023. Los conductores de este tipo de coches dependen por completo de estas instalaciones, y de la disponibilidad de estos aparcamientos para poder cargar el vehículo.
¿Qué es el 'icing'?
La nueva práctica sancionada por la DGT recibe el nombre de 'icing'. El término viene de Estados Unidos y Canadá, países con una mayor cantidad de vehículos eléctricos en comparación con España. El significado es sencillo: da nombre a la conducta inadecuada de algunos conductores de coches de combustión: aparcar en espacios destinados a la carga de coches eléctricos.
El Reglamento General de Conductores ya recoge esta prohibición, concretamente con la señal R-308. Tan solo los vehículos eléctricos o híbridos podrán hacerlo, pero ojo, no de forma indefinida: el tiempo disponible para estacionar en estos espacios también está regulado.
Tiempo disponible y posibles multas
Que los coches eléctricos e híbridos tengan estos aparcamientos reservados no significa que puedan utilizarlos todo el tiempo que deseen: cuidado, hay límite de tiempo. Tal y como dicta el reglamento, estos vehículos pueden cargar en estos espacios entre una y tres horas. Y es importante el matiz de 'cargar', ya que no pueden utilizar estas plazas únicamente para estacionar. Deben utilizarlas cuando el vehículo necesite cargarse.
El reglamento lo deja claro. En la línea en la que se trabaja actualmente, al apostar por las energías renovables es necesario garantizar un buen funcionamiento de las instalaciones. Para ello se imponen sanciones y multas. Aquellos que ocupen el espacio de forma indebida, la multa oscila entre los cien y doscientos euros.