El juicio contra el acusado, AJ.G.S., se celebrará a partir de este lunes, y durante toda la semana, en la Sección Primera de la Audiencia provincial de Cantabria.
Según el relato de la Fiscalía, la víctima trabajó desde el año 2000 y hasta el 2010 en el domicilio del procesado, que realizó insinuaciones de carácter sexual a su empleada entre la Semana Santa del 2009 hasta enero de 2010.
La primera agresión se produjo el 16 de agosto de 2009, en un chalet de Miengo propiedad del acusado, donde la arrinconó en la cocina y la besó de forma sorpresiva. Al día siguiente, en el mismo lugar, el hombre sentó encima de él a su empleada y "sin mediar una palabra, ni darle opción a zafarse, la besó mientras la sujetaba bruscamente la nuca".
A continuación, la agarró de la mano y la subió a la habitación, donde "la arrimó contra la ventana" y, de pie, "la volvió a besar bruscamente, de nuevo agarrándola con fuerza de la nuca e inmovilizándola". Acto seguido, la desnudó, a la vez que él, la sentó en la cama y abusó de ella.
El día 30 de agosto de 2009, aprovechando que la mujer estaba doblando unas camisas en su vivienda de Castro Urdiales, la agarró súbitamente por detrás e inmovilizándola la nuca, la dio una beso. Esa misma noche la dio dos besos en la boca al llevarla aeropuerto y lo mismo al ir a recogerla días después.El día 19 de septiembre, se repitieron los abusos al igual que 24 de diciembre y el 12 de enero de 2010.
Como consecuencia de estos hechos, la víctima sufre trastorno por estrés postraumático cronificado, y tuvo que ser ingresada de urgencia el 29 de enero de 2010 en el Hospital de Laredo por intento de autolisis por ingesta de medicamentos. En abril de ese año, la mujer denunció los hechos.
El fiscal considera al acusado responsable de un delito continuado de agresión sexual y pide 14 años de condena, así como la prohibición de acercarse a la víctima a una distancia no inferior a 300 metros, y a indemnizarla con 10.000 euros por los perjuicios morales causados.
La acusación particular, que ejerce la denunciante, solicita por su parte una condena de 15 años de cárcel, alejamiento e indemnización de 108.000 euros. Según sostiene, los abusos se cometieron en las viviendas que tiene el acusado en Castro Urdiales, Polanco y Miengo.