El Gremio de Libreros de Cataluña espera que el próximo día 23, Día del Libro, ayude al sector a remontar las ventas de los últimos meses y "como mínimo igualar" la facturación de 17 millones de euros de 2011, cuando Sant Jordi fue un día festivo.
El presidente del Gremio, Antoni Daura, ha informado, a través de un comunicado, que los libreros esperan "romper la tendencia negativa de los últimos meses, aunque sea moderadamente, en una jornada que recupera el patrón de un día laborable".
La falta de un bestseller permitirá la diversificación de las ventas y será, con la presencia de una amplia oferta de títulos en catalán, uno de los aspectos destacados de la jornada.
"Podremos recuperar el sentido original de Sant Jordi, de jornada para pasear y escoger el libro que te atrae más sin buscar los títulos mediatizados", ha señalado Daura.
En cuanto a los géneros, los libreros creen que la narrativa seguirá siendo el más solicitado y que la novela histórica y la literatura juvenil e infantil "también se venderán muy bien".
El Gremio de Libreros es consciente de que la distribución de las ventas volverán a seguir el patrón de un día laborable y que éstas se concentrarán de nuevo en las zonas más pobladas, como Barcelona y su área metropolitana, perjudicadas el año pasado por el hecho de que Sant Jordi cayó en Sábado Santo.
"Dada la situación actual, no contemplamos vender mucho más que el año pasado pero, si se detiene la caída de ventas de los últimos tiempos e igualamos o incluso superamos la cifra de 17 millones, ya nos sentiremos satisfechos", ha dicho Dura, quien ha recordado que el sector "no escapa a la reducción del consumo en general".
Desde el Gremio de Libreros también se pide que se controle "la venta ilegal de libros que realizan organizaciones de todo tipo, como asociaciones, entidades y partidos políticos", una práctica, a su juicio, "habitual", que "representa un perjuicio económico para las librerías y que se da en todo el país ante la permisividad de las autoridades".
En cuanto al libro digital, tendrá, según Daura, una presencia testimonial en una jornada "poco propicia para este formato". "Se hace difícil pensar que, en un día como éste, pueda llegar a tener una incidencia destacable", ha concluido.