Poco antes de iniciarse el verano, negros nubarrones amenazaban la actividad del Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente en el último trimestre del año. Pasó se tener un presupuesto de 1.068.000 euros a 758.000, para este año, lo que motivó un reajuste que motivó la previsión de un cierre temporal de la institución.
Sin embargo, uno de los amigos del museo, la empresa Abertis, adjudicataria de varias autopistas, entre otras áreas de negocio, tomó la decisión de donar uno de los cuadros de su colección, Canto, de 1995, realizado en la última etapa del pintor Esteban Vicente, le cual se convirtió en la carta salvadora del Esteban Vicente.
La obra fue puesta a la venta y encontró comprador en el empresario Andrés Ortega, mediante la compañía Ambientair. Esta empresa, de raíces segovianas, está dedicada a la fabricación, envasado y comercialización de fragancias y decoración del hogar. Una vez adquirido el cuadro, Ortega cedió la obra en depósito al museo, que lo incorporó a su colección. El cuadro será presentado a mediados de mes.
El reajuste presupuestario al que se sometió el Esteban Vicente supuso una merma de más de 78.000 euros, de los que la mayoría llegaron en el capítulo de personal. De este modo, todos los trabajadores accedieron a reducir sus sueldos en la misma proporción, empezando por la propia Ana Martínez de Aguilar, directora del museo.
La inyección de dinero de la venta del cuadro supone que se pueda mantener el programa de educación del museo y dan por salvada la actividad del museo hasta el próximo 31 de diciembre. Una vez garantizada la apertura hasta entonces, los próximos pasos se encaminarán a tratar de recuperar los sueldos que la plantilla percibía anteriormente. Para ello se presenta como fundamental la reunión que tendrá el patronato el próximo 20 de noviembre.
