Azul París es una novela sobre el teatro, sobre el amor improbable, sobre la injusticia redoblada que persigue a las víctimas que nunca dejan de serlo. Es tres relatos en uno, además de una reflexión sobre el tiempo perdido y la vida recobrada, la vida que estaba ahí sin verla, que se redescubre inesperadamente y se reinventa justo cuando es la muerte la que reina a tu alrededor.
La última novela de Antonio Gómez Rufo es la historia de un amor tardío (“La eternidad es eso que nunca termina de pasar mientras el amor espera una respuesta”), la de un grupo de actores que ven su vida, ya de por sí mudable, alterada por la pandemia y asisten desconcertados al pavoroso espectáculo de un Madrid vacío pero de aceras plagadas de colchones, colchones febriles apoyados en los árboles, colchones que fueron el último cobijo de los que nos dejaron sin decir adiós, de un día para otro, y cuyos féretros terminaron alineados en una pista de hielo. Colchones como “esquelas o lápidas blancas, anónimas, desperdigadas por la ciudad”.
Azul París es también la historia del retorno brutal a París de una mujer y de su hija tras haber sobrevivido a la vergüenza de la Francia ocupada, a la ciudad deshonesta de los miles de judíos detenidos y arrastrados por gendarmes a los trenes que los conducirían como ganado a los campos de concentración nazi; al horror de Auschwitz.
Es la historia de un grupo heterogéneo de actores que por primera vez ven de cerca el rostro del espanto, de un espanto provocado por miles de inesperados muertos, algunos muy cercanos, mientras interiorizan el terror espasmódico que se pegó para siempre a la piel de los personajes que han de interpretar.
La novela cuenta la historia paralela de una mujer y de su hija de regreso a París tras haber sobrevivido al horror de los campos de exterminio nazi
Azul París es todo eso, además de una personalísima guía gastronómica de la capital, una breve pero ácida crítica de las redes sociales y de la decadencia del periodismo, y un recorrido nostálgico por los locales de moda de la “otra” movida, la de la intelectualidad que asomaba tras la dictadura y la de los anhelos políticos que florecían en el Madrid de Tierno Galván y de la Transición.
Gómez Rufo nos regala una novela intimista, un homenaje a dos de sus grandes amores, Madrid y el teatro.