Fue descubierta en el 2010 en los almacenes de la Universidad de Yale en muy mal estado de conservación y fue el propio Emilio Botín quien firmó un acuerdo con esta institución académica para que el Banco Santander financiara los trabajos necesarios para su restauración. Así, La educación de la virgen, de Diego de Velázquez, puso fin a un extravío de 80 años. Al menos 25 centímetros del lienzo estaban abrasados y descoloridos; y aun así, su aparición fue calificada como uno de los hallazgos artísticos más importantes de los últimos años.
La pintura, considerada como una muestra del primer Velázquez, debía brillar con todo su esplendor el miércoles pasado en la Ciudad Financiera del Banco Santander. Pero no pudo ser presentada. La muerte de su más entusiasta mecenas, el banquero Emilio Botín, lo impidió. La obra permanecerá hasta el 8 de octubre en Boadilla del Monte, sede de la ciudad financiera del Banco Santander. Viajará entonces a Sevilla, donde estará expuesta desde el 15 de octubre al 15 de enero, en el antiguo convento de Santa Clara. Luego regresará a la Yale University Art Gallery.
El lienzo data de alrededor de 1617 y llegó a la Universidad como una donación hecha en 1925 por los hermanos Henry and Raynham Townshend, dos exalumnos de Yale . El deterioro del lienzo ocasionó que fuese atribuido a un artista sevillano desconocido, hasta que el comisario y especialista John Marciari reivindicó la autoría de Velázquez.
"Me dije que estaba loco por pensar que había hallado un Velázquez", afirmaba Marciari a la Agencia EFE al relatar cómo una mudanza en el Museo de Arte de la Universidad de Yale en 2003 le llevó hasta un cuadro grande, dañado, de autor desconocido, cuya gran calidad le azuzó la curiosidad. Debía ser un Velázquez, pensó.
En un ensyao que publicó en Ars Magazine, en el año 2010, Marciari aseguró que Velázquez terminó la pintura en torno a 1617, cuando tenía unos 18 años, momento en que "Velázquez se está convirtiendo en Velázquez". Su hipótesis se confirmó. Muchos especialistas, entre ellos Benito Navarrete, asesor científico del Centro de Investigación Diego Velázquez de Sevilla, indicó el peso de las evidencias aportadas. Era, sin duda, un lienzo del sevillano.
Entre algunas de las señales que confirmaban la hipótesis estaba, por ejemplo, el tipo de soporte utilizado como lienzo. Según Marciari, era exactamente del mismo tipo que el utilizado en La Adoración de los Magos, La venerable madre Jerónima de la Fuente, La imposición de la casulla a San Ildefonso o La cena en Emaús, casi todos atribuidos a su primera etapa sevillana.
El tema del cuadro es el aprendizaje de lectura de la Virgen niña; en él Velázquez incluye el tema del bodegón. La estampa se completa con San Joaquín, al fondo, y los ángeles, arriba. Se trata de una composición muy similar a la de El almuerzo, un cuadro de Velázquez que se encuentra en el museo del Hermitage y que está fechado en torno a 1617.
Según pubicó El País en 2010, el año del hallazgo, la obra llegó a Estados Unidos a bordo de un barco de la compañía naviera propiedad de Charles Townshend, padre de los hermanos Henry y Raynham Townshend. El cuadro figuraba en el registro de Yale con el número 1.900.43. Los números precedidos con un 1.900 son la referencia que utiliza el archivo de la universidad para señalar aquellas obras de cuya procedencia no se tenía información. Incluso, la primera fotografía del lienzo es de 1946, más de veinte años después del donativo.
Una vez que se confirmó la autenticidad del cuadro, Ian MacClure y Carmen Albendea se aplicaron en un largo proceso de restauración que duró tres años y que el propio Emilio Botín siguió de cerca. Una vez en Sevilla, y tras su largo viaje de vuelta a casa, La educación de la virgen se expondrá junto al cuadro de Velázquez La imposición de la casulla a San Ildefonso, La Educación de la Virgen de Juan de Roelas, y la Sagrada Familia de Luis Tristán pintada en 1613 en Sevilla.