'Así nos ven'. Es el título de la nueva serie que Netflix ha estrenado recientemente y que promete ser una de las ficciones del año. En tan solo cuatro capítulos de entre 70 y 80 minutos, su directora Ava DuVernay (nominada al Óscar por 'Selma' y 'Enmienda XIII') se encarga de llevar a la pequeña pantalla una de las polémicas racistas más mediáticas de las últimas décadas en Estados Unidos.
La breve sinopsis de Netflix es la siguiente: "Cinco adolescentes de Harlem se ven atrapados en una pesadilla cuando se les acusa injustamente de un ataque brutal en Central Park".
Dos líneas que resumen (y mucho) la cruenta historia, que ya fue llevada al cine en 2012 por Ken Burns, conocida como Los cinco de Central Park y que durante un largo de tiempo lleno páginas y páginas de periódicos y ocupó un amplio espacio en los noticiarios norteamericanos.
La historia de los cinco de Central Park
A las nueve de la noche del 19 de abril de 1989, un grupo de más de 30 adolescentes llegaron a Central Park cometiendo ataques, asaltos y robos. Según The New York Times, aquellos incidentes se convirtieron en uno de los crímenes más seguido por la prensa en la década de los ochenta.
La investigación policial sostuvo que los principales sospechosos eran pandillas de adolescentes que atacaban aleatoriamente a extraños como forma de protesta por el racismo de las instituciones y la Policía.
A medida que avanzaban hacia el sur, iban atacando a todas las personas que se encontraban a su paso: pegaron a varios ciclistas, apedrearon a taxistas, robaron e incluso golpearon y patearon a un profesor dejándolo gravemente herido.
Ese mismo día, a esa misma hora y en ese mismo lugar, Trisha Meili fue derribada, arrastrada y golpeada. Tanto, que la acabaron dejando en coma para después violarla. Horas más tarde, su cuerpo fue encontrado por la Policía, quien de forma instantánea relacionó el crimen con los ataques perpetrados por lo pandilleros.
Entre todos los detenidos por los asaltos en Central Park, Yusef Salaam, Korey Wise, Raymond Santana, Antron McCray y Kevin Richardson fueron los cinco a los que se les acusó de la violación de la joven. Eran chicos de raza negra y de edades comprendidas entre los 14 y los 16 años. Las autoridades no tenían ninguna prueba de que ellos fueran los culpables del crimen de Meili.
Donald Trump pidió la pena de muerte
Pese a todo, el combo ya estaba formado y era perfecto: jóvenes pandilleros negros cerca del lugar del crimen, la atención mediática alimentando a la bestia, la Policía sin encontrar al autor y las instituciones con prisa por resolver un caso que había hecho saltar la voz de alarma.
Todo esto sumado a que Donald Trump -ahora presidente de Estados Unidos- aprovechó para la vuelta de la pena de muerte y su condena para los cinco de Central Park. Para ello, compró la página entera de uno de los diarios nacionales de mayor tirada.
Tras varias horas de interrogatorios, confesiones contradictorias y testimonios inconexos, la Justicia estadounidense terminó condenando a los jóvenes a penas de prisión de hasta 13 años. Castigo que llegaría aún sabiendo que las pruebas de ADN que se realizaron no coincidía con ninguno de ellos.
El verdadero culpable
Más de una década después apareció el verdadero autor del crimen de Maili.
Entonces, Korey Wise, uno de los condenados, se encontrabancon el resto de presos hablando sobre lo qué había llevado a cada uno de ellos a la cárcel. Fue en ese momento cuando Matías Reyes confesó sorprendido: "Aquella violación la hice yo".
La confesión de Reyes también llegó a las autoridades, quien tras cotejar el ADN con este nuevo sospechoso, vieron que la coincidencia era del 99%.
Finalmente, los jóvenes fueron declarados en libertad. Pero el daño ya estaba hecho. Las protestas se sucedieron y los cinco terminarían siendo indemnizados con 41 millones de dólares. Eso sí, nadie les devolvería sus años en prisión.
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