“Yo vivo de milagro”, decía José Val del Omar. En la conversación con uno de los padres de PLAT, el milagro es que el nombre del cineasta e inventor granadino, no irrumpa más de una vez. Pero es inevitable. Parafrasear a este icono de la independencia artística cinematográfica es una fórmula muy efectiva para entender qué clase de plataforma es ésta y los motivos por los que alguien querría poner en marcha un proyecto tan revolucionario como altruista: un archivo cinematográfico online, 100% legal, gratuito, totalmente independiente, e integrado no solo por las obras de los autores, sino por los autores mismos. Un “experimento” sin ánimo de lucro creado con pretensiones muy diferentes a las económicas, un ente colectivo del que no se pretende vivir, ni con milagros ni sin ellos. En definitiva, una alternativa a la piratería y a la industria, que ha visto cómo el número de espectadores se ha reducido en un 33% en la última década y cómo en lo que va de año la recaudación en taquilla ha caído un 13%.
Quien tanta inspiración encuentra en la figura de Val del Omar es Víctor Berlin (que no Berlín), realizador y editor freelance y uno de los artífices más activos de esta novedosa iniciativa. Él explica que el nombre del proyecto parte de la abreviatura de plataforma, pero también de las siglas P.L.A.T. (Picto lumínico audio tactil) como homenaje al laboratorio de técnicas cinematográficas en el que Val del Omar realizó sus obras y experiencias audiovisuales desde 1973. Este referente de independencia artística guió al portal desde su puesta en marcha y la conclusión fue clara: “Vamos a dejar de lado el dinero”. Cuenta Berlin que fue precisamente esa directriz la que les dio alas y “dejó de coartar su creatividad y libertad”. “No queremos depender de ningún ente público o privado. PLAT no rinde cuentas a nadie”, y añade, “si quisiéramos ganar dinero PLAT no existiría”. Ni subvenciones ni patrocinadores, “el patrocinador soy yo”, zanja. La única opción de monetización para la página son los talleres que ofrecen los miembros de la plataforma en sus instalaciones de Madrid y un portal de donaciones.
PLAT nunca se basará en contenidos de pago ni contiene estrenos porque lo que pretende es que el público llegue a demandar “el cine que no nos dejan ver”
Sus creadores no descartan que el proyecto pueda variar en ciertos aspectos para mejorar, pero, para ser fieles a sus principios, lo que sí pueden asegurar es que nunca van a ofrecer contenidos de pago. “Ya hay plataformas especializadas en contenidos de pago y a nosotros no nos interesa montar un negocio y vivir bajo demanda porque además creemos que ofrece una rentabilidad muy limitada para nuestros autores, por tanto, esa no es nuestra batalla”. Su filosofía es: “No te vamos a ofrecer cinco contenidos por X euros, sino que te ofrecemos todos los contenidos que pueda por lo que tú quieras”.
Pero si ganar dinero no es su propósito, ¿qué intereses mueven a esta plataforma? Su afán es la difusión de un tipo de cine autoproducido, la evangelización cultural, y la contribución a dar una visión variada del cine español. Aquí no hay estrenos. Son películas que ya han tenido un ciclo de vida, han pasado por festivales, o que han intentado pasar por salas y se les ha cerrado la puerta. Un cine que el propio Berlin definió en una charla informal como “las películas que no nos dejan ver”. Por eso, lo que se pretende es alcanzar nuevos públicos que puedan demandar este tipo de cine en un futuro.
“Las posibilidades de crecimiento son realmente exponenciales”, todos los días hay nuevos autores que llaman a la puerta de PLAT
La acogida que ha tenido la página desde su estreno ha sido realmente buena. Tanto es así que desde el primer día empezaron a llegar impactos desde EEUU, de universidades de Nueva York o Los Ángeles interesándose y preguntando en castellano si estaría disponible en inglés. “Les parecía muy interesante apostar por lo legal y por el libre acceso”. Pero, para entender qué es PLAT hay que remontarse a su origen. El germen del proyecto se llama Kinora, una asociación fundada por este estudioso del cine y su socia Beatriz Navas. Esta dupla, dedicada a la alfabetización, difusión e investigación audiovisual, comienza a plantearse a partir de 2009 cómo materializar la unión de todos los agentes que participan en el mundo del cine. La idea se estaba cocinando a fuego lento hasta que a lo largo de 2011 comenzaron a tener contacto con autores. Entre estos amigos, profesionales del cine que ya han llevado sus películas por festivales, tanto dentro como fuera de España, existe una sensación de estancamiento y de desánimo puesto que en los dos años anteriores se han cumplido objetivos pero después hay que empezar desde cero. Kinora empieza a tener encuentros regulares a lo largo de un par de años durante los cuales se establecieron varias líneas de desarrollo conjunto hasta alumbrar su nueva criatura.
Un ente colectivo dispuesto a crecer y permanecer
Así, PLAT nace como un ente colectivo que no solo contiene la obra de los autores, puesto que los autores también forman parte de PLAT de manera activa. Una idea presente desde su nacimiento, ya que el proyecto no surge al margen de los cineastas, sino con ellos. Víctor y Beatriz tomaron la iniciativa y se encargan de ejecutarlo, concretarlo y plasmarlo en un portal web, pero las reuniones de evaluación y seguimiento que realizan sirven para establecer nuevas líneas de acción colectiva. Para ellos el portal es solo el primer paso. “Es un experimento con vocación de permanencia. No sabemos si las decisiones que hemos tomado son las mejores pero sí intuíamos que era el momento de salir del estancamiento, empezar a caminar, y ver con qué nos encontramos por el camino”.
El proyecto, basado en la horizontalidad, está integrado por entre 10 y 15 cineastas, aunque PLAT cuenta a día de hoy con 19 autores que ya están online, entre los que se encuentran David Domingo, Pablo Llorca, Chus Domínguez, Carlos Vermut, Los Hijos, o Sergio Candel, entre otros. Actualmente, el colectivo trabaja para llegar a 40 antes del verano, con lo que según Víctor Berlin, “se demuestra que las posibilidades de crecimiento de la página son realmente exponenciales”. Pero con los directores con los que han contactado a lo largo de estos años y que se incorporarán en los próximos meses no se cierra la lista. Todos los días hay nuevos autores que llaman a la puerta de PLAT, por eso, y para facilitar la adhesión de nuevos miembros, se lanzará una convocatoria abierta en septiembre, a partir de la cual habrá una selección y se absorberán nuevos autores.
El proyecto se basa en la posibilidad de ser capaces de colocar sus propias obras en Internet sin necesidad de pasar por ningún tipo de filtro
Berlin, que aborda el cine desde una perspectiva integradora (desde la producción cinematográfica y de vídeo, la investigación académica, la docencia y la gestión cultural) explica cuál fue una de las principales líneas de actuación y el reto en los que se basaría el proyecto: “La posibilidad de pasar de la autoproducción a la autoexhibición”, es decir, “ser capaces de colocar sus propias obras en Internet sin necesidad de pasar por ningún tipo de filtro”. Otra de las líneas de desarrollo que apareció durante el proceso y que fue objeto de polémica fue el tema del libre acceso, que al final tomaron como camino.
El planteamiento de PLAT se basa en dos objetivos: dar mayor visibilidad a este tipo de cine independiente y autoproducido para lograr la máxima difusión; y por otro dar una visión plural del cine español. "A veces parece un modelo muy limitado y en realidad hay toda una generación de cineastas que están trabajando en otras líneas e incluso con otras tecnologías que dan unos resultados muy valorables". Además, entre sus pretensiones está la de extenderse por el mundo académico, porque también se presenta como una plataforma de investigación. “Las obras que aparecen en el portal son contenidos que están mimados y contextualizados”, lo que facilita la tarea de cualquier programador o estudiantes que buscan información para sus investigaciones o tesis.
“Todas las películas nacen libres e iguales”. Es la idea de André Bazin -crítico, ensayista y padre espiritual de la Nouvelle Vague- y la máxima que PLAT ha hecho suya, y de ahí que sus precursores no quisieran un portal dedicado exclusivamente a la no ficción, que es lo que, como apunta uno de los fundadores de PLAT, puede estar más en boga dentro de este tipo de cine en España. Por el contrario lo que intentan es “incorporar ficción, no ficción, documental y cine experimental sin establecer diferencias. Que sea el usuario quien tenga la oportunidad de limitar la búsqueda y encontrar el material que le interese. Además, para la plataforma es importante jugar la baza de la centralización de contenidos ya que algunos de éstos ya se encontraban en internet pero de forma dispersa, por lo que el usuario encontraba dificultades para acceder a ellos.
Cambio en los hábitos de consumo
Sobre la delicada situación de la industria en España, Berlin apunta que el cine español nunca ha dejado de estar en crisis, pero ahora, y tras la noticia de la inminente desaparición definitiva de Alta Films, “parece que nos enfrentamos a un capítulo final”. Las estadísticas del ICAA (Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales) de la pasada década reflejan que las salas han perdido 1/3 de los espectadores entre 2001 y 2011. “Nos enfrentamos a un cambio de hábito de consumo”. Lo que viene a decir es que el cine se sigue consumiendo tanto en las salas comerciales como en las alternativas, pero fundamentalmente se consume en casa.