Tras alzarse con el galardón a mejor película en la última edición de los Premios Goya, Vivir es fácil con los ojos cerrados regresó el pasado viernes a las carteleras, registrando una recaudación un 18% superior a la que consiguió en su estreno, el pasado 31 de octubre.
El Goya a la mejor película ha sido la mejor promoción para el 'segundo estreno' de la cinta de David Trueba. En su retorno a las salas no sólo ha registrado una recaudación mejor, sino que se ha podido ver en más pantallas: Vivir es fácil con los ojos cerrados debutó en 131 salas, mientras que el reestreno ha llegado a 148.
Este aumento en el número de salas se debe a que en su día el film no llegó a las salas de Cinesa por un conflicto entre la exhibidora y la distribuidora Universal, que afectó también a El lobo de Wall Street.
"Hoy es más visible que el día de su estreno. Es muy fácil, a partir de ahí, entender la importancia de los premios, pero sobre todo las dificultades que tenemos cuando salimos con una película", señaló David Trueba el pasado 14 de febrero, en una entrevista con Efe.
Por su parte, la recaudación de la película alcanzó 680.000 euros en su primer paso por las salas. El reestreno ha sumado a esta cifra más de 300.000 euros, un 18% más que el fin de semana de su estreno, elevando la recaudación total por encima del millón.
Vivir es fácil con los ojos cerrados consiguió seis galardones en la última edición de los Premios Goya, incluyendo mejor película, mejor actor y mejor interpretación masculina (Javier Cámara).
