Es el premio literario más antiguo y mejor dotado económicamente que se concede a obras escritas en español. Fundado por José Manuel Lara con la intención de promover nuevos escritores, se convocó por primera vez en 1952 y desde entonces acumula 66 ediciones. La que se concede el domingo es excepcional: tiene su mayor participación (634 obras, la mayor de su historia) y se celebra justo después del anuncio del traslado de la sede del grupo a Madrid, una medida asumida ante la declaración de independencia catalana esta semana. Una vez más, a pesar de que la crisis de una posible de secesión y con el artículo 155 en marcha, la cita se mantiene.
La historia del premio forma parte de la historia ciudad y la literatura de España. Aquel novísimo Juan Marsé del año 1978. La Ana María Matute del año 1952 con su Pequeño teatro, una novela oscura a la par que fascinante. A manera de abreboca, en Vozpópuli ofrecemos algunas anécdotas del premio que muchos ignoran, empezando por la fecha elegida. En ninguna ocasión desde su creación la cita ha cambiado de fecha. El veredicto del premio se lee en una cena pública, que se realiza en Barcelona todos los los 15 de octubre. ¿La razón? Debido al día de Santa Teresa, onomástica de la esposa del fundador del premio, María Teresa Bosch.
Año tras año a la cita acuden las más variadas personalidades del mundo de la cultura, la literatura, la política, la empresa y el periodismo, pero también de la farándula y el espectáculo. Todo se mezcla. Se mimetiza. Desde cargos como el presidente de la Generalitat y autoridades como los reyes de España -Felipe VI y Letizia estuvieron el año pasado, en ocasión del 65 aniversario- hasta figuras de tan distinto pelaje como Boris Izaguirre o Risto Mejide. En su palmarés se mezclan dos premios Nobel, Cela y Vargas Llosa, hasta autores como Manuel Vázquez Montalbán, Eduardo Mendoza o Jorge Semprún. Muchos hablan del premio cual circo. Y lo es. En su pista se mezclan los leones y las gacelas. Siempre. Es uno de sus grandes atributos.
Según el propio Borrás, José Manuel Lara respondió al reportero: "¿Creo que usted todavía cree que los niños vienen de París?"
Sobre el Planeta más de uno duda y descree. En no pocas ocasiones. ¿Está o no previsto? Se pregunta más de uno, prácticamente desde el inicio de los tiempos. Ya lo ha dicho Fernando Savater. Es como discutir sobre si los Reyes Magos son los padres. En 1989, durante la rueda de prensa que ofreció Soledad Puértolas, ganadora de ese año por Queda la noche, un periodista intervino para preguntar cómo había sido posible que Puértolas hubiera sido invitada al acto de premiación, si aún no se había dado a conocer el fallo y por tanto, el nombre del ganador. Según el propio Borrás, José Manuel Lara, presidente de Planeta, le respondió al reportero: "¿Creo que usted todavía cree que los niños vienen de París?"
¿Alguien ha estado a punto de no recibirlo? Casi. En 1978, el año en que se le concedió el Premio a Juan Marsé por La muchacha de las bragas de oro, el joven escritor por poco no llega a la ceremonia. Aunque las versiones son contradictorias. Según el editor Borrás en su libro La Guerra de los Planetas, Juan Marsé se negó a asistir a la cena que se organizaba entonces en el Hotel Princesa Sofía -ahora se celebra en el Palau de Congresos de la ciudad-, por el desagrado que el protocolo del traje largo y el esmoquin generaban en el entonces joven Marsé, quien se presentó -directamente, según Borras- en el momento de la lectura del veredicto, con un anorak amarillo.
“Cuando llegué a casa, recibí una llamada. Me decían que llevaban días llamándome, que me presentara ya mismo, porque me había ganado el premio"
La historia de Borrás no es del todo cierta. El propio Juan Marsé la contradijo. “No, eso no fue así. Yo venía de casa de mis abuelos, en el pueblo L'Arboç del Penedés, en Tarragona. Había pasado varios días allí”, recuerda al teléfono.“Cuando llegué a casa, recibí una llamada. Me decían que llevaban días llamándome, que me presentara ya mismo, porque me había ganado el premio. Llevaba, sí lo recuerdo, un pantalón de pana y una cazadora amarilla y me presenté de esa manera. Pero jamás dije que me negaba a ir, ni muchos de esmoquin, que además, no se va a así. Pero bueno, llegué de aquella forma por las prisas”, aclara el escritor catalán.
Marsé acumula no pocos episodios con el Premio, el más significativo de ellos ocurrió en el año 2006, cuando dimitió como jurado del Premio. Según comentó el propio escritor, había solicitado una reunión con el editor José Manuel Lara Bosch para exponerle algunas sugerencias sobre posibles cambios en el proceso de selección y evaluación de las obras destinadas a pasar a la final. Sus consejos, sin embargo no fueron escuchados, por lo que el autor de Últimas tardes con Teresa decidió renunciar a ser parte del jurado.
Pero hay más... ¿cuánto recibe el ganador del Premio? ¿Y el finalista? El ganador del premio Planeta recibe 601.000 euros y 150.250 el finalista. Sin embargo, su primera dotación fue de 40.000 pesetas. La cantidad subió a 200.000 en 1959 y 1.100.000 pesetas en 1967. En 1973, la cuantía del Premio ascendió a 2.000.000, y para la edición de 1976, que constituyó su XXV aniversario, José Manuel Lara lo situó en 4.000.000. El éxito del Premio Planeta como reclamo de ventas para los lectores españoles e hispanoamericanos provocó un nuevo aumento en 1988 situando en 20.000.000 pesetas la asignación para la obra ganadora y en 5.000.000 la de la finalista. En 2001, al cumplirse los 50 años del Premio, la dotación pasó a ser de 100.000.000 de pesetas para el ganador y de 25.000.000 para el finalista. Fue justo con la entrada en vigor del euro cuando alcanzó sus cantidades actuales.
Desde el punto de vista literario, hubo rachas memorables en la concesión del Premio, como ocurrió entre 1977 y 1979. En esos tres años el palmarés estuvo acaparado por escritores como Jorge Semprún, en 1977, con Autobiografía de Federico Sánchez. A él siguieron Juan Marsé, con La muchacha de las bragas de oro y en 1979 Manuel Vázquez Montalbán con Los mares del Sur. Algo parecido ocurrió en los años noventa, en 1993 lo ganó el premio Nobel de Literatura 2010 Mario Vargas Llosa con Lituma en los Andes y al año siguiente, en 1994, Camilo José Cela -también galardonado con el Nobel, pero en 1989- con La cruz de San Andrés.
Dos premios Nobel figuran en el palmarés del Planeta: Mario Vargas Llosa en 1993 con 'Lituma en Los Andes' y Camilo José Cela, en 1994, con 'La cruz de San Andrés'
Sobre la división de los ganadores por género, aunque últimamente lo han ganado sobre todo mujeres, el Planeta es un premio masculino. De sus 65 ediciones, 46 han sido premiadas las novelas escritas por hombres frente a 17 escritas por mujeres. La primera autora en ganar el Planeta fue Ana María Matute con Pequeño teatro, en 1954. La escritora vasca Espito Freire fue la más joven en ganar el Planeta. Lo hizo en 1999 con Melocotones helados. Hay oro dato curioso: el escritor barcelonés por excelencia, Eduardo Mendoza, ganó el Planeta en 2010... ¡con una novela sobre Madrid! Se trató de Riña de gatos.
Al bucear en las estadísticas más recientes de los premiados, se encuentran datos que permitirían trazar alguno rasgos. El aumento del policíaco, con La marca del meridiano, de Lorenzo Silva o Alicia Giménez Bartlett con Hombres desnudos (2015), por ejemplo. Pero hay más. El palmarés femenino aumenta, tanto en los finalistas como en los ganadores, aunque con una tendencia evidente a la alternancia: Lorenzo Silva, en 2012; Clara Sánchez, en 2013; el mexicano Jorge Zepeda, en 2014; Alicia Giménez Bartlett, en 2015 y Dolores Redondo, en 2016, uno de los años de mejores ventas con más de diez ediciones. Como demuestra la lista, los autores del sello Destino (Silva, Sánchez, Zepeda, Giménez Bartlett y Redondo) acaparan las últimas ediciones. El año 2014, Destino hizo doblete: Jorge Zepeda con Milena o el fémur más bello del mundo y Mi color favorito es verte, finalista, de Pilar Eyre.
Como demuestra la lista, los autores del sello Destino (Silva, Sánchez, Zepeda y Redondo) acaparan las últimas ediciones
¿Qué depara este año? De momento, y siguiendo el criterio de alternancia, todo apunta a un ganador de América Latina. Esta es la edición más concurrida. Los diez títulos y autores o seudónimos de las obras que compiten este año son: "El astrónomo" de Heinrich Von Kügel (seudónimo), "Es que tengo hambre", de María Eugenia Mayobre Jahn, "La nueva vida de Penélope", de Bella Linardi (seudónimo), "Primera parte", de Antolín Sánchez Lancho, y "Mujeres rotas", de Voli estas povi (seudónimo). También han quedado finalistas "La isla de las musas", de Ricardo Pedreira Ulloa (seudónimo), "El infierno bajo la piel", de Jesús Miguel Martínez, "La montaña artificial", de Victoria Goodman (seudónimo), "A la sombra de una mentira", de M. Palma Medina y "Una fea encantadora", de Eva Florencia Benavidez. El jurado encargado de elegir una novela ganadora está integrado por Alberto Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Emili Rosales.