La muerte del actor Matthew Perry ha conmocionado al ingente séquito de fans que cosechaban tanto él como la serie 'Friends', en la que durante una década dio vida a Chandler Bing. El hecho ha vuelto a sacar a la palestra una polémica recurrente y su consecuente debate al respecto. ¿Era 'Friends' una serie racista, homófoba o tránsfoba? Si se estrenase a día de hoy la ficción, ¿se haría de la misma manera? Y sus creadores y protagonistas, ¿qué piensan sobre ello?
El contexto es el siguiente: la serie de comedia sitcom se emitía por primera vez en el año 1994. Una ficción en la que un grupo de seis amigos narran eventos cotidianos en pleno centro neoyorkino. Fueron 10 años, 10 temporadas y 236 episodios. Fue una ficción que convirtió a sus protagonistas en completas estrellas, con sueldos que llegaron al millón de dólares por capítulo y que consiguieron un calor del público que pocas otras series han logrado.
Ahora bien, a finales de los 90 y principios de los 2000, 'Friends' pecó de impulsar bromas que a día de hoy, gracias a la conciencia y sensibilización que comienza a poseer la sociedad, no se harían. La ficción ha lidiado desde hace años con férreas críticas sobre su reparto y sus chistes.
La ficción ha sido acusada, entre otras cosas, de ser racista, por no contar entre su reparto principal con personas que no fueran blancas.
Entre otras cosas, la ficción ha sido acusada de ser racista -entre otras cosas- por no contar entre su reparto principal con personas que no fueran blancas. También brillaban por su ausencia los que no fueran atractivos, cumpliendo con los estándares y esterotipos de belleza y heterosexuales.
Además, pese a que la ficción podría tratar de representar a la sociedad norteamericana, lo cierto es que parte de la audiencia señalaba que era poco realista, ya que los protagonistas vivían en pisos de grandes dimensiones en pleno centro de la Gran Manzana, algo poco asequible económicamente.
Críticas a 'Friends'
Las críticas también recaen sobre algunas de las bromas, apuntes machistas o gordófobos que se hacen de manera recurrente durante la serie. Sin embargo, si se analiza la ficción por partes, la creación de la NBC sí rompió algunos tabúes.
En primer lugar, en relación al tema del reparto, sí es cierto que los seis protagonistas cumplen los estereotipos que marca la sociedad y ninguno de ellos se sale de los estándares. No obstante, en la ficción sí hay personajes del todo respetados de otras razas u homosexuales.
¿Homófoba? ¿Racista?
El personaje Ross Geller (interpretado por David Schwimmer), por ejemplo, tiene varias parejas, entre ellas Carol, una mujer homosexual con la que tiene un hijo y que termina casándose con otra mujer en la serie, con la que cría al menor.
En varias ocasiones, el protagonista queda totalmente ridiculizado por su forma de actuar. Todo ello en una época en la que el matrimonio entre personas del mismo sexo no era, ni de lejos, una realidad en EEUU -fue reconocido el 26 de junio de 2015-.
También sale durante la ficción con dos mujeres negras, Kristen (a la que dio vida Gabrielle Union) y la científica Charlie (interpretada por Aisha Tyler), aunque este personaje recurrente no apareció hasta las novena y décima temporadas. Además, tuvo como pareja a Julie (Lauren Tom), una paleontóloga asiática.
De hecho, el propio Schwimmer reconoció en 2020 que "era consciente de la falta de diversidad". "Por eso lancé la campaña para que Ross saliera con mujeres de color", afirmó. El sesgo racial en la época era patente: de la misma manera se emitían series como 'Cosas de casa' o 'El príncipe de Bel-Air', donde el elenco era de raza negra.
No es el único, en un episodio, Phoebe Buffay (Lisa Kudrow) se reencuentra con una de sus exparejas, un hombre con el que se casó pese a ser homosexual por la opresión que experimentaba ese colectivo entonces.
En una escena, se representa una sarcástica y crítica situación que hace ver lo ridículo que es que alguien no pueda tener una determinada orientación sexual y qué experimentan al contarlo.
Comentarios sexistas en la serie
Las escenas machistas son indudables en la ficción y prueba de ello son las pullas cuando cualquier hombre hace algo que se considere algo femenino. El personaje de Joey Tribbiani (Matt LeBlanc) es el típico (también estereotipado) ligón machista: no le importa demasiado el interior de las personas y se basa en el físico. Hasta que se enamora.
También ocurre con Chandler y Ross, este último en ocasiones controlador , celoso y tóxico con una persona con la que ya ni siquiera está (Rachel Green, interpretada por Jennifer Aniston). No solo eso, él es el que tiene el gran prejuicio de contratar a un niñero que fuera hombre y no mujer o que su hijo jugase con Barbies.
Todos esos pensamientos son totalmente rechazados por los que le rodeaban. Todo, de nuevo, es ridiculizado.
Sin embargo, si se rasca un poco, se observa cómo ese tipo de comentarios sexistas no solo parten de los protagonistas masculinos, sino que las mujeres también aluden al físico de los hombres. Por ejemplo, en uno de los episodios, Phoebe se debate entre dos hombres con los que está: un inteligente científico y un bombero con buen físico.
En este debate en el que, además, se rompe el tabú de que las mujeres pueden conocer a varias personas a la vez, finalmente se decanta por el primero (David, interpretado por Hank Azaria).
No es la única, Rachel también protagoniza varios dilemas antes de terminar como pareja de Ross. Durante la serie tiene varias parejas y, entre ellas, un joven atractivo Tag (Eddie Cahill), su asistente, al que contrata por su físico. También tiene una relación con el italiano Paolo (Cosimo Fusco), con el que ni siquiera se entiende por la barrera del idioma.
Asimismo, la sola aparición de Brad Pitt en la serie, como amigo de la adolescencia de Ross, es otro ejemplo claro -y también de las escenas más graciosas de la ficción-.
El físico femenino, los transexuales y la gordofobia
De esta manera, la balanza queda bastante equilibrada en cuanto a comentarios sexistas, pero sí que se echa de menos que haya personajes femeninos con otro físico. La única protagonista (incluso mujer en general) que aparece en la ficción con un físico que no cumple los estereotipos es Mónica (Courteney Cox) en su juventud, pero las continuas bromas sobre ello y el hecho de que en la 'actualidad' reniegue de ello, no son buenas características para tratar de plasmar igualdad.
Tampoco se hizo bien respecto a uno de los personajes transexuales que aparecen en la ficción. El padre de Chandler es transexual y trabaja en el mundo del espectáculo, algo que traumatiza al protagonista desde su infancia y de lo que se avergüenza. En el capítulo 'El de la boda de Chandler y Monica', no obstante, el final es del todo esclarecedor y del todo emotivo.
Ligado a este hecho también se desgrana el pánico del personaje a que el resto de la gente considerase que era gay, algo que, quedó demostrado en la ficción, solo le perturbaba a él, ya que el resto de los personajes no lo consideraban ofensivo ni problemático. Algo muy habitual incluso a día de hoy.
'Friends' también rompió tabúes
No obstante, 'Friends' también rompió otras barreras. La serie hablaba, además de las parejas y matrimonios homosexuales con hijos y de las relaciones sin compromiso, también atajaba temas como el sexo, la sororidad, censurar los comportamientos machistas, las relaciones sexuales con protección, las relaciones entre personas con gran diferencia de edad, la fecundación in vitro o la maternidad subrogada.
Durante la ficción se habla de cómo una pareja no puede tener hijos porque es estéril y recurre a la maternidad subrogada, o cómo Phoebe se queda embarazada por fecundación in vitro de su propio hermano con una mujer mucho mayor que él.
Pero no solo eso, sino lo duro que es para una mujer dejar marchar a los bebés que ha tenido. Temáticas que no eran tan habituales en la época.
La serie de la NBC sí habló, también, de los trabajos precarios, de cómo dentro de un mismo grupo de amigos unos podían permitirse salir a cenar a un restaurante y otros no; o de cómo una de ellas eligió no casarse por dinero aun sabiendo que tendría la vida solucionada.
Los creados y protagonistas lo reconocen: "Me siento avergonzada"
Está claro que la ficción hizo cosas mal, de hecho, tantos sus creadores como protagonistas han aceptado y asumido las críticas. La primera, su cocreadora, Marta Kauffman -junto a David Crane-, señaló en 2020 en 'Los Angeles Times' que "admitía y aceptaba la culpabilidad". "Es doloroso mirarte al espejo", llegó a reconocer para añadir que se "avegonzaba" de "no haber sido consciente hace 25 años". "Ahora cambiaría y avanzaría. Quiero asegurarme de que, a partir de ahora, en cada producción que lleve a cabo, haré un esfuerzo consciente por contratar a gente racializada y buscar guionistas jóvenes y negros", dijo para aseverar que "entonces" será cuando se quite "ese peso de encima".
Fue después del caso de George Floyd cuando empecé a darme cuenta de que había participado en un racismo sistémico del que nunca había sido consciente", dijo la cocreadora de la serie.
"Fue después del caso de George Floyd cuando empecé a darme cuenta de que había participado en un racismo sistémico del que nunca había sido consciente", expresó entonces Kauffman, que dos años después donó cuatro millones de dólares al departamento de estudios africanos y afroamericanos de la Universidad de Brandeis (Boston), donde ella y el otro creador de la serie estudiaron.
No ha sido la única. En defensa de Kauffman y Crane han salido los miembros del reparto. Kudrow reconocía la gran falta de diversidad en la serie e indicaba que si la serie se hiciese hoy, el elenco no sería en su totalidad blanco. Según la actriz, la ficción "debe ser vista con los ojos de los 90. Debe ser vista con una cápsula del tiempo y no como algo que hicimos mal".
"Educar sobre lo ridículos que pueden ser los intolerantes"
Aniston también se ha pronunciado al respecto. Este mismo año, la actriz aprovechó la promoción de su última película para señalar a AFP que "la comedia ha evolucionado pero ahora es más complicado porque hay que tener mucho más cuidado" y hace el trabajo "más difícil". "La belleza de la comedia está en que podamos reírnos de nosotros mismos", afirmó.
Asimismo, según la actriz de 'The Morning Show', "antes se podían hacer bromas sobre un intolerante y reírse" porque "se trataba de educar a la gente sobre lo ridículos que pueden ser". "Ahora no se nos permite hacer eso", añadió para indicar que "algunas de las cosas que aparecían en la serie no eran intencionadas y otras se podían haber pensado mejor", pero considera que "en aquel momento no había la sensibilidad que hay ahora".
Sea como fuere, la serie sigue siendo una de las más existosas de la historia, sigue en emisión a día de hoy en España y Netflix llegó a pagar cien millones de dólares para ofrecerla en su plataforma, pudiéndose ver, también, en HBO Max. Entre sus más de 200 episodios, está claro que hay cientos de chistes de mal gusto, pero la ficción también ayudó a ridiculizar ciertos comportamientos y a romper barreras.
FBR
No deberían ofenderse tanto los de cristal, es enfermizo estar todo el día buscando polémica y observando con lupa cualquier cosa del pasado sin tomar en consideración el contexto. La incapacidad de algunas personas para aplicar la lógica les impide ver que, en muchos casos, los grupos de amistades se dan por afinidades. Los jóvenes se unen por similitud en ocio o gustos musicales, lo socio-económico o las actividades en común. No es raro que seis amigos fueran del mismo color y delgados cuando en esa época las modelos eran esqueléticas. Lo que no es normal es que toda ficción esté obligada a representar a todo el mundo y sea políticamente correcta. Vamos hacia un mundo donde prima el victimismo y la falta de lógica. Preocupante lo enfermizo de algunas cabezas.
eddo
Lupe es una cachonda ¡¡¡ Un tío al que su pareja le engaña con una mujer embarazada de el y le quita a su hijo, el lo acepta y sus amigos más. El, además le hace la vida amable a la que le engaño y a la que será la otra mama. La embarazo cuando en EEUU se puede comprar un menor nacido por encargo o a una familia adoptarlo. De hecho se compran y se venden menores como patatas. Eso a Lupe no se la ha pasado por la mente citarlo. Pero demuestra el concepto mental que tiene Lupe de para que sirve un hombre,. como en esa serie se enseño. En un país donde es legal comprar el hijo de una mujer embarazada, sale en esa serie. En fin Lupe es una cachonda.
Grossman
No crea, seguirá habiendo funcionarios, funcionarios que no hagan nada, como ahora, pero los habrá. Recientemente fui a hacer los papeles para pagar una plusvalía de una venta, la funcionaria hizo un montón de papeles y cuando terminó dijo: …y mil papeles después su plusvalía ya está digitalizada” En fin, que hay cosas que no cambian.
Grossman
La serie me parece magnífica, quizás la mejor de la historia. Si, hoy sería diferente, simplemente no se haría lo impediría la autocensura entonces había una Libertad que hoy no existe.