La historia de la literatura encierra raros capítulos en sus estanterías. Uno de ellos es el de los fetiches, esos que se cuecen al calor de los temperamentos librescos: una edición muy antigua o un ejemplar firmado que pueden llegar a alcanzar un altísimo valor. Por ejemplo, en mayo de este año salió a subasta una primera edición de El gran Gatsby con notas de F. Scott Fitzgerald que perteneció al crítico y autor Malcolm Cowley y cuyo precio de salida fue de 150.000 dólares.
Sin embargo hay una categoría todavía más pesada: los manuscritos. Sí, los fajos originales con folios llenos de correcciones, tachaduras, comentarios. El texto vivo, en pleno proceso de creación. ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar un lector por uno de ellos? El récord lo tiene el manuscrito de En el camino, de Jack Kerouac, vendido por Christie’s en2,4 millones de dólares. El comprador fue el dueño del equipo de fútbol americano Indiannapolis Colts, James Irsay -un pintoresco personaje-, poseedor desde entoncesdel rollo de 36 metros de largo, sin parágrafos ni puntuación, en el que Kerouac escribió la novela emblemática de la Generación Beat en 1951.
El manuscrito de En el camino, de Jack Kerouac, vendido por Christie’s en 2,4 millones de dólares.
El segundo original más caro es El proceso, de Kafka (1883-1924). Por la obra del autor checo se pagaron, en 1988, 1,9 millones de dólares. El documento fue puesto a la venta por Esther Hoffe, secretaria de Max Brod, el albacea de Kafka. Tras la muerte de Hoffe, a los 102 años de edad, se abrió una verdadera batalla para recuperar el valioso archivo. Sin embargo, sus hijas -Ruth y Hava Hoffe-, quienes ahora tienen más de 70 años, se resisten a las exigencias de los archivistas, quienes reclaman la entrega de los restos del legado de Kafka, junto con un cúmulo de papeles de Brod.
Otro manuscrito que se recuerda por el altísimo valor de su venta fue Viaje al fin de la noche, de Céline, adquirido por 1,6 millones de dólares. Esta primera novela del francés –considerada una de las novelas más oscuras y violentas pero también más innovadoras del siglo- fue adquirida por la Biblioteca Nacional de Francia, que hizo valer su derecho preferente. A Céline le sigue de cerca –no en genio, sino en dinero- el irlandés James Joyce (1882-1941).
Hace ya unos años salieron a la venta dos capítulos de Ulises. El primero fue el borrador del fragmento títulado Circe, considerado como el corazón de la jornada de Leopoldo Bloom, por el que la Biblioteca Nacional de Irlanda, en Dublín, pagó 1,5 millones de dólares. El otro capítulo, Eumaeus, 44 páginas escritas con estilógrafo y en tinta negra, roja y verde las tachaduras y anotaciones al margen, alcanzó los 1,2 millones de dólares.
Un capítulo del Ulises de Joyce, Circe, fue comprado por la Biblioteca Nacional de Irlanda por 1,5 millones de dólares.
Como estas, hay historias magníficas, con muchas páginas y ceros… Por ejemplo, dos pasajes originales de En busca del tiempo perdido -Combray y Un amor de Swan-, de Marcel Proust, fueron adquiridos por la fundación suiza Martin Bodmer -creada en honor el erudito bibliófilo- por un millón de dólares.
En dos ocasiones ha salido a subasta una galerada de Cien años de soledad, la fabulosa historia sobre la fundación, florecimiento y decadencia de Maconco por los Buendía escrita Gabriel García Márquez. La primera fue en el año 2001, en la Casa Batlló de Barcelona. La segunda una subasta organizada por Christie's, en Londres al año siguiente. Se trataba de una pieza única, compuesta por 181 hojas numeradas en tinta azul que incluían, exactamente, 1.026 correcciones en bolígrafo y rotulador. Sin embargo, el ejemplar se quedó envuelto en su estuche de piel marrón rematada en dorado. Nadie pujó por él. El precio de salida era de 230.000 euros.