Este martes ha fallecido uno de los autores más importantes de la literatura infantil y juvenil española, Agustín Fernández Paz. Nacido en Villalba (Lugo) en 1947, hace algo más de 69 años, ha sido considerado como una de las voces más claras y ricas de las letras gallegas, pero también un referente indispensable en la creación de un imaginario de ficción para los lectores más jóvenes.
La importancia de su labor como educador y autor infantil le hicieron merecedor del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por O único que queda é o amor (2007), en castellano, Lo único que queda es el amor. Esta obra recibió también el Premio Neira Vilas de la Asociación Galega de Editores, Premio de la Asociación de Escritores en Lingua Galega (AELG) y con el Premio Frei Martín Sarmiento.
Licenciado en Ciencias de la Educación, trabajaba como profesor Secundaria en Vigo, la ciudad donde residía. Es autor de una extensa obra en el ámbito de la literatura infantil y juvenil, escrita en gallego y en su mayor parte traducida a todas las lenguas de España. Además del Nacional de Literatura, recibió algunos de los premios más importantes en el ámbito de la LIJ gallega y española (Merlín, Lazarillo, Edebé Juvenil, Rañolas, Raíña Lupa, Barco de Vapor, Protagonista Jove, Edebé Infantil…).
Entre los títulos dirigidos a los jóvenes que integran su obra destacan Trece años de Blanca, Cartas de invierno, El centro del laberinto, Aire negro, Noche de voraces sombras, Fantasmas de luz y Tres pasos por el misterio. En la colección Sopa de Libros publicó títulos como En el corazón del bosque, Un tren cargado de misterios y Desde una estrella distante, y en 2008 recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil.