La nacionalización de BFA, matriz de Bankia, ha hecho que sus siete cajas accionistas pierdan el control de la entidad y, según establece el Real Decreto de Reforma Financiera, dejen de existir como entidades de crédito para convertirse en fundaciones especiales, con el objetivo de mantener la obra social.
Todo indica que a corto plazo las entidades podrán seguir manteniendo su obra social, ya que las siete cajas poseen un remanente de fondos que les cubrirá uno o dos años años, pero cuando se terminen estos recursos la continuidad de la obra social de las nuevas fundaciones dependerá del capital que les dote el BFA o de los proyectos que desarrollen para generar sus propios ingresos.
Las siete cajas que participaron en la creación el Banco Financiero y de Ahorro (BFA) han dedicado un fondo común para su Obra Social en el que participaron Caja Madrid, que aportó cerca de 40 millones, seguida de Bancaja; Caja de Canarias, que aportó 9 millones; Caja Segovia, con 8; Caja de Ávila, con 5,5; Caixa Laietana, con 5, y Caja Rioja, con 4,4 millones de euros.
Por el momento, algunas de estas cajas están empezando su transformación en fundación especial, tal y como establece el Real Decreto de Saneamiento del Sector Financiero, según el cual, en caso de que se produzca una nacionalización, “las cajas de ahorros perderán su condición de entidad de crédito y se transformaran en una fundación especial”.
Para su transformación en fundaciones, serían las asambleas generales de cada caja las que aprobarían la transformación y determinarían el patronato de éstas, proceso que sería refrendado por el consejero de Economía de cada Comunidad Autónoma.
De ahí se desprende la duda principal sobre la continuidad, de cara a los años siguientes, de actividades de cada caja, entre ellas, las que forman parte de la Obra Social de Caja Madrid en materia cultural: desde la actividad propia de primero de l a Obra Social y luego de fundación y sus programas de exposiciones –actualmente tiene un convenio firmado con el Museo Thyssen por 2,2 millones de euros para ese fin-, pasando por sus ciclos de música –entre ellos el Lied y el Concierto de Cámara- hasta proyectos concretos como La Casa Encendida o la construcción del Palacio de la Música.