La cita que impidió, según el Ministerio de Educación y Cultura, que José Ignacio Wert acudiera el domingo a la velada del Hotel Auditorium de Madrid gala de los premios Goya sigue dando de qué hablar. No sólo fue solicitada por el propio ministerio español hace apenas 11 días, el pasado 29 de enero como publicó el diario El País. Al parecer, la reunión de Wert con su homólogo británico Vince Cable no duró más de 10 minutos. Es decir, que Wert madrugó en vano.
Según ha publicado este martes Irene Castro, de eldiario.es, fuentes de la Secretaría de Estado de Empresas, Innovación y Conocimiento de Reino Unido confirmaron que el encuentro entre Wert y Cable duró exactamente diez minutos. Tras esa breve reunión introductoria, Wert despachó con miembros del gabinete británico para "aprender sobre el sistema universitario británico". Así, la reunión prevista para las 11 de la mañana, hora española, fue breve, casi fugaz. La agenda oficial que publica Moncloa sobre las actividades de Wert, apenas y ofrece horas o detalles.
Para más INRI, hay versiones -como la que publica el diario El Mundo- según las cuales Wert también aprovechó esta reunión como "excusa perfecta para disfrutar de unos días en Londres junto a su actual novia y secretaria de Estado del mismo ramo, Montserrat Gomendio". Según informa Javier G. Negre, Gomendio "cuenta con una preciosa casa adosada en el exclusivo barrio de South Kensington donde viven sus dos hijos y que se ha convertido en uno de los refugios habituales de Wert y Gomendio cuando visitan la capital londinense".
Ya este lunes, el titular de Educación, Cultura y Deportes dijo: “No puedo estar en dos sitios a la vez”. La frase de Wert ha caído bastante mal en el sector de la cultura, que ya el domingo se empleó a fondo en recordarle a José Ignacio Wert el tamaño de su desplante. Wert ha sido el primer ministro de Cultura que se niega a asistir a la gala más importante del cine español en 24 años. La justificación, como ya se sabe, fue la reunión con su homólogo en Reino Unido a primera hora fijada con apenas una semana de antelación, mientras que la fecha de la gala de los Goya se conocía desde abril de 2013.