La periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich es la ganadora del Premio Nobel de Literatura 2015, según el dictamen de la Academia sueca. Alexiévich sonaba como favorita entre los nombres que circulaban en las quinielas durante los días previos. La academia explicó que el premio se le otorgaba por su obra polifónica que le hace un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo.
Respeta el mundo ruso de la literatura y la ciencia, pero no el mundo ruso de Stalin y Putin", e incluso se permitió agregar: "Tampoco me gusta ese 84 por ciento de rusos que llama a matar ucranianos"
"Lograr este premio es algo grande. Es algo del todo inesperado y casi una sensación inquietante. Pienso en los grandes autores rusos como Boris Pasternak", dijo Alexiévich por teléfono a la televisión pública sueca. "Esto significa que ya no les resultará tan fácil a los poderosos en Bielorrusia y Rusia rechazarme con un gesto con la mano", afirmó a ese diario. Alexiévich, la primera periodista distinguida con el Nobel de Literatura, confirmó que acudirá a Estocolmo el 10 de diciembre a recoger el premio.
Fue bastante más dura en sus primeras palabras. "Respeto el mundo ruso de la literatura y la ciencia, pero no el mundo ruso de Stalin y Putin", e incluso se permitió agregar: "Tampoco me gusta ese 84 por ciento de rusos que llama a matar ucranianos", señaló. La obra de Alexiévich, en la que se destacan sus reportajes literarios sobre Chernóbil o sobre mujeres en la II Guerra Mundial, tiene que ver ante todo con la extinta Unión Soviética. Su único libro conocido en España ha sido publicado por la editorial Siglo XXI y luego por el sello DeBolsillo. Se trata de Voces de Chernóbil, según la prensa un relato monumental que relata el drama de la tragedia nuclear a través de las voces de quienes la vivieron. El libro recibió en 2006 el premio del Círculo de Críticos de Estados Unidos en reconocimiento a la fuerza narrativa de Alexiévich y a la importancia de las historias que cuenta.
Su único libro conocido en España ha sido publicado por la editorial Siglo XXI. Se trata de Voces de Chernóbil
Sara Danius, secretaria permanente de la Academia Sueca, dijo que Alexiévich había creado "una historia de emociones -una historia del alma" en obras como La guerra no tiene rostro de mujer, su primer libro, fue construido con entrevistas a cientos de mujeres soviéticas que participaron en la Segunda Guerra Mundial. Aquel fue el primero del gran ciclo Voces de la utopía, que representa la vida en la Unión Soviética" desde la perspectiva del individuo", dijo la academia. Sin embargo éste fue objeto de la censura. En España será publicado por Debate.
Buena parte que motivaba a muchos a pensar que Alexiévich se alzaría con el Premio, se debía al hecho de que contaba con el aval, entre otros, de Maria Schottenius, exjefa de Cultura de Dagens Nyheter, principal diario sueco, y que ya había acertado de antemano los ganadores en 2008 y en 2009, entre acusaciones veladas de haber recibido información privilegiada.
Es la décimocuarta mujer en recibir el Nobel de Literatura y continúa una tendencia de la Academia, acentuada durante la última década, de conceder regularmente el premio a europeos no leídos en inglés, entre ellos, el novelista francés JMG Le Clézio (2008), la rumano- alemana Herta Müller (2009) y el poeta sueco y traductor Tomas Tranströmer (2011).
De padre bielorruso y de madre ucraniana, Alexiévich nació el 31 de mayo de 1948 en el oeste de Ucrania, aunque posteriormente su familia emigró a la vecina Bielorrusia. Trabajó como profesora de historia y de lengua alemana, aunque pronto optó por dedicarse a su verdadera pasión, el reportaje, y, de hecho, en 1972 se licenció en la Facultad de Periodismo de Minsk y ejerció como redactora en varios diarios de su país.
Es la décimo cuarta mujer en recibir el Nobel de Literatura y continúa una tendencia de la Academia, acentuada durante la última década, de conceder regularmente el premio a europeos no leídos en inglés
Aunque ingresó en 1984 en la Unión de Escritores de la Unión Soviética, no pudo publicar hasta la llegada de la Perestroika en 1985 el primer libro -entonces sí, publicado- de su ciclo El hombre rojo. La voz de la utopía. Traducida a más de veinte idiomas, el libro narra el inconmensurable coste de la victoria sobre la Alemania nazi en la Gran Guerra Patria (1941-45), como se conoce en esa zona del mundo, la Segunda Guerra Mundial. Ese mismo año se publicó también "Últimos testigos", relatos que fueron muy alabados por la crítica como precursores de la "nueva prosa bélica" y que recoge las voces de aquellos que vivieron de niños (6-12 años) la contienda.
La Guerra de Afganistán, acontecimiento que precipitó la desintegración soviética, es el protagonista de Los chicos del zinc (1989), pero desde el punto de vista de los veteranos y de las madres de los caídas en el país centroasiático. Para escribir esa obra, Alexiévich dedicó cuatro años a viajar por la Unión Soviética e incluso visitó Afganistán, pero su publicación estuvo rodeada por la controversia, ya que la escritora fue acusada de profanar la memoria de los héroes de la guerra.
Una vez consumada la caída de la URSS, Alexiévich dio una nueva vuelta de tuerca en su investigación sobre el fracaso de la utopía comunista con Hechizados por la muerte, un reportaje literario sobre el suicidio de aquellos que no soportaron el fracaso del mito socialista (1994). El anteriormente citado Voces de Chernóbil (1997) documenta las vivencias orales sobre el trauma que supuso la mayor catástrofe nuclear de la historia de la humanidad (1986) y que puso de manifiesto la amenaza que el fallido proyecto soviético representaba para el resto del mundo.