Una reportera en el Madrid de los años cincuenta y un asesinato en la alta sociedad en un país hermético que comienza a abrirse al mundo tras la instalación de las bases estadounidenses. En este microcosmos español en el que muchos todavía sufrían la guerra y la posguerra, en las cenas y fiestas de alta sociedad comenzaron a aparecer una nueva clase de nobleza que ya no sustentaba su categoría en función de lo azul que era su sangre sino en aparecer en películas. Este es el escenario de Luna roja, la última novela de Nieves Herrero.
En la obra, Herrero lleva al lector al Madrid de 1954, donde regresa Margot Sanz Peters después de formarse en Londres como periodista de moda. Miembro de una distinguida familia de diplomáticos y amiga íntima de las damas más elegantes de la época —desde Cayetana Fitz-James Stuart hasta Aline Griffith, la futura condesa de Romanones—, la reportera accede rápidamente a los círculos más exclusivos de una ciudad que ha dejado atrás los peores años de la posguerra y comienza a abrirse a la modernidad.
Pero Margot es mucho más que una experta en moda. Lectora voraz de las novelas de Sherlock Holmes, desde niña ha sentido fascinación por la mente criminal. Por eso, cuando el enigmático asesinato de una marquesa sacude a la alta sociedad madrileña, nuestra protagonista dará el salto a la revista de sucesos más popular del momento y pondrá a prueba sus dotes de investigación en un juego cada vez más peligroso. “La presencia de actores y actrices de Hollywood, junto con grandes personajes de nuestra aristocracia, como la duquesa de Alba y la condesa Aline Griffith, hacen que la novela navegue entre la realidad y la ficción”, señala la escritora.
He retratado a una mujer atrevida, desafiante, rompedora
Pioneras en el periodismo
La escritora recupera así la figura de las pioneras en el periodismo: “En el fondo es un homenaje a las mujeres que abrieron caminos diferentes en el periodismo más allá de la moda y los ecos de sociedad, como Josefina Carabias, Joana Biarnés, María Luz Morales o Margarita Landi. En concreto, a Margarita Landi, a la que conocí y entrevisté en numerosas ocasiones y quien supo unir el periodismo a la investigación criminal”.
El robo de un collar de diamantes y rubíes a una marquesa es la puerta de entrada de Margot al mundo de la investigación criminal del que queda prendada. A largo de la novela vemos que Margot va evolucionando y pasa de ser una mujer tímida a convertirse en una mujer segura de sí misma que conduce un descapotable rojo y fuma en pipa, que aprende a defenderse en un mundo hostil y a manejar un arma de la que ya no se desprenderá jamás. La inspectora Peters tendrá un papel clave a la hora de descubrir quién está detrás de esas misteriosas muertes de las mujeres de la alta sociedad madrileña. Y no dudará, incluso, en poner en riesgo su propia vida con tal de desenmascarar al asesino
“He retratado a una mujer atrevida, desafiante, rompedora. En esta historia insisto en que hay mucho de rebeldía y transgresión, como se refleja en el libro de François Sagan, Bonjour Tristesse, que se menciona en las páginas de Luna roja. También se respira el humo del tabaco del personaje principal de Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes, que tanto admira mi protagonista. Y suena la música de otro joven que llegó en ese 1954 para revolucionarlo todo: Elvis Presley. Es el final de una época que se resistía a cambiar y el comienzo de otra que deseaba transformarlo todo”, concluye Herrero.
