A veces el peor lugar donde puedes estar es en tu propia cabeza. Somos nuestros peores enemigos. Los pensamientos intrusivos o sobrepensar excesivamente las situaciones se ha convertido en el día a día de muchas personas. De hecho, se ha normalizado vivir con cierto nivel de ansiedad. ¿Sabías que la ansiedad puede secuestrar el cerebro y engañarlo haciéndole creer que estás expuesto a un peligro que no existe?
Tras la pandemia cada vez es menos tabú hablar de salud mental. La sociedad se ha hecho eco de la importancia del bienestar emocional, pero el desconocimiento en torno al funcionamiento de nuestro cerebro sigue siendo una gran asignatura pendiente.
La doctora Faith G. Harper lleva años intentando hacer accesible esta información para el 'público general'. En su último libro 'Calma tu p*ta cabeza' (Ed. Temas de Hoy), explica cómo luchar contra el estrés y la ansiedad desde un punto de vista realista.
“No todo el mundo tiene tiempo para irse de retiro a lo Come, reza, ama (no es que esté celosa ni nada, eh). Casi todos tenemos que levantarnos cada día, lidiar con la vida real y, entretanto, averiguar qué podemos hacer para mejorar. Estar en proceso de recuperación no significa que no tengas que poner la lavadora. Así que vamos a enfrentarnos a esa movida al estilo «hazlo tú mismo» como los putos amos que somos. Porque ¿sabes qué? Esta situación no es un caso perdido. tú no eres un caso perdido. Puedes mejorar. Si fueras un paciente y estuvieras en mi consulta, lucharíamos juntos contra tus demonios hasta derrotarlos por completo. Pero esta es la siguiente mejor opción”.
En Vozpópuli hablamos con la psicóloga sobre la felicidad y la importancia de acudir a terapia.
Pregunta: ¿Es realmente tan difícil alcanzar la paz mental?
Respuesta:
No estoy muy segura de lo que se entiende como "paz mental". ¿Completa ecuanimidad? Creo que al final la paz mental es una práctica, no una perfección. Imagino que incluso su santidad el Dalai Lama dice que sólo puede intentarlo y hacerlo lo mejor que pueda.
R:
Un trauma es un suceso que ocurre fuera del cómo entendemos que se supone que debería funcionar el mundo. Hay muchas cosas que pueden actuar como un trauma. De hecho, hay un montón de cosas que resultan profundamente traumáticas para muchas personas, pero no se contemplan en los manuales de diagnóstico. Es de lo que más me mosquea, porque eso acaba derivando en que la gente se siente avergonzada porque su trauma no es lo bastante traumático como para merecer atención.
Si dejamos de lado las definiciones y las palabras pretenciosas, un trauma es una situación en la que piensas: "¿Pero qué cojones ha sido eso?". Un trauma puede ser un accidente, una lesión, una enfermedad grave, una pérdida... o cualquier tipo de suceso vital que para ti sea como una patada en el estómago. Cada persona experimenta el trauma de manera diferente y queda afectada por demasiadas cosas como para enumerarlas. Crear listas en las que solo se incluyen las grandes categorías "diagnosticables" provoca que se ignoren otras experiencias que no deberían ser silenciadas.
R:
La soledad probablemente sí, pero la ira se ha relacionado con otros desencadenantes, concretamente los “LIFEMORTS” delineados en la investigación de Douglas Fields, también tratados en mi libro 'Unfuck Your Anger'.
R:
¿Es así? ¿O nos estamos volviendo más honestos y desvergonzados al respecto? Conozco a mucha gente de mi generación, incluida yo misma, que no recibió ningún diagnóstico ni atención hasta que fueron adultos y lo buscaron ellos mismos.
R:
Somáticamente. La activación del nervio vago se inicia en el cuerpo y reconocer nuestras señales personales puede ayudarnos a gestionar mejor nuestras reacciones antes de que entremos en una desconexión total.
R:
No podemos prevenirlos, es un sistema de alerta diseñado para que consideremos todas las posibilidades de cómo el mundo puede perjudicarnos. Podemos abordarlos utilizando diversas técnicas, la eficacia varía de una persona a otra porque todos somos diferentes.
R: Cuando pregunto a la gente si tiene que elegir entre una vida de felicidad y una vida con sentido, siempre eligen el sentido. Así que apostaría que no... la felicidad es agradable pero efímera. Los seres humanos necesitan metas que conquistar y cosas que les importen.
P: ¿Todo el mundo debería ir a terapia?
R:
No tengo por costumbre decirle a la gente lo que tiene que hacer. Pero la terapia es tan útil como cualquier otro profesional de la salud, y podría ser una parte útil del plan de bienestar de cualquiera. No es sólo algo que haces cuando estás jodido, es donde aprendes a cuidar de ti mismo, a ser un mejor ser humano en el mundo, a establecer límites, a plantearte objetivos y obstáculos y, en general, a descubrir lo malote que puedes llegar a ser.