La última creación del director de cine, productor, guionista y actor polaco nacido en Francia Roman Polanski ha eclipsado el inicio del Festival de Cine de Venecia. La Mostra, uno de los certámenes más relevantes del séptimo arte en todo el mundo, no contará con su presencia, ya que, si acude a Italia, el cineasta corre el riesgo de ser detenido por estar condenado por la violación a una niña de 13 años.
Aunque no se espera contar con la presencia de Polanski, de 85 años, en este certamen, compite por el León de Oro y, sin duda, será el protagonista de este viernes 30 de agosto, ya que se presenta su último trabajo, J'accusse: el oficial y el espía.
En él, el cineasta plasma su visión sobre el caso Dreyfus. Este es uno de los casos de condena más polémicos y considerados injustos y antisemitas de la historia, en el que un ingeniero de origen judío-alsaciano fue acusado en 1894 de haber entregado a los alemanes documentos secretos.
Sin embargo, a la proyección del filme se espera que únicamente acuda el reparto, liderado por su esposa Emmanuelle Seigner (La novena puerta), además de a Jean Dujardin (The Artist) y Louis Garrell (Soñadores), aunque el propio Polanski podría estar presente de manera telemática, a través de una videoconferencia, cuya reacción de los asistentes se desconoce.
Es este viernes cuando se podrá ver la última cinta del director, pero desde este miércoles se conoce que la presidenta del jurado, Lucrecia Martel, no asistirá a la gala.
Si la víctima se ve resarcida, ¿qué vamos a hacer nosotros?, ¿ajusticiarle, negarle estar en el festival, ponerle fuera de competición para proteger el festival?", ha asegurado la presidenta del jurado
"No voy a asistir a la gala de Polanski porque represento a muchas mujeres que estamos luchando en Argentina por cuestiones como esta, no deseo ponerme de pie y aplaudir", aseguró Martel en rueda de prensa de la 76 edición del festival.
No obstante, la directora de Zama no se ha posicionado en contra de que Polanski opte al León de Oro, lo considera "acertado" que la nueva película del director de otros mitos del cine como La semilla del diablo: "Es un diálogo que nos debemos y qué mejor lugar que éste para emprender ese camino".
"No separo la obra del hombre, pero creo que su obra merece una oportunidad por las reflexiones que plantea", precisó la cineasta y recogió Efe.
"Si la víctima se ve resarcida, ¿qué vamos a hacer nosotros?, ¿ajusticiarle, negarle estar en el festival, ponerle fuera de competición para proteger el festival? Son conversaciones pendientes de nuestro tiempo, sacar o meter a Polanski nos obliga a conversar, no es algo sencillo de resolver", sentenció.
El caso Polanski
Polanski está condenado por violación a la niña menor Samantha Gailey (posteriormente Samantha Geimer) de 13 años en el año 1977, cuando él tenía 43. Sobre él recae una orden de busca y captura por parte de EEUU. Si pisa suelo italiano, podría ser detenido y extraditado al país norteamericano, algo que ya sucedió hace una década en el Festival de Cine de Zúrich.
Según las declaraciones de Geimer, el polaco nacido en Francia la llevó a la casa del actor Jack Nicholson en Mulholland Drive, carretera situada en Los Ángeles (California), con el pretexto de hacerle unas fotografías para la revista de moda Vogue.
No obstante, una vez allí, aseguró, el cineasta le ofreció champán con el medicamento sedante-hipnótico metacualona. Así, le hizo fotos con el pecho desnudo, la llevó a un jacuzzi y de allí la llevó al dormitorio, donde la violó a pesar de la oposición de la chica.
El propio director se declaró culpable de corrupción de menores, pero huyó de EEUU por la posibilidad de pasar 50 años en la cárcel y desde el 78 ha vivido en Francia y Polonia. Ha evitado visitar países donde podría ser extraditado, como el Reino Unido.
Tampoco ha vuelto a pisar el país norteamericano, evitando acudir, por ejemplo, a la ceremonia de los Premios Oscar de 2002, en la que logró una estatuilla como mejor director por El Pianista.