La Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA, por sus siglas en inglés) ha entregado este domingo los premios de la 81º edición de los Globos de Oro, en una ceremonia que un año más ha tratado de recuperar la reputación y dejar en el olvido las acusaciones de falta de diversidad y corrupción, y de alcanzar de una vez por todas cierta normalidad, después de la celebración en remoto en 2021 a causa de la pandemia y de no ser retransmitida en 2022. Sin embargo, no ha conseguido convertirse en la gala redonda que pretendía ser.
La película Oppenheimer, de Christopher Nolan, ha sido la gran vencedora de esta gala de entrega de los Globos de Oro, al hacerse con cinco galardones (mejor drama, mejor dirección, mejor actor, mejor actor de reparto y mejor banda sonora) de un total de ocho nominaciones, una candidatura menos que Barbie, la película con más candidaturas que, sin embargo, solo ha logrado dos premios: mejor canción original y logro cinematográfico.
La ceremonia de los Globos de Oro comenzó con el monólogo del maestro de ceremonias de esta edición, el cómico Jo Koy, una presentación que arrancó con bromas hacia algunos de los presentes y que, a pesar de la emoción y las ganas que puso el anfitrión, solo consiguió algunas sonrisas de cortesía en Meryl Streep y carcajadas compasivas de Robert de Niro, así como gestos de vergüenza ajena en Harrison Ford o señales incómodas en la cantante Taylor Swift. El presentador justificó la tensión del ambiente con unos chistes sobre la autoría del guion pero no consiguió ser ni la sombra de la gala ácida que fue antaño.
El interés de esta gala, que como ocurre con todas las entregas de premios ha sido aburrida, sosa y demasiado correcta, ha estado más centrado en los tiempos muertos en los descansos entre las tandas de premiados, unos breves segundos en los que los espectadores han podido ver y curiosear, por ejemplo, encuentros como el de Martin Scorsese y Jodie Foster, observar el momento rosa de la noche (el beso acaramelado entre Timothée Chalamet y Kylie Jenner) o fantasear con las conversaciones de la mesa que compartían Jared Letto y Nicolas Cage.
Precisamente, Letto y la actriz Angela Basset han sido los primeros en hacer entrega del primer premio de la gala, el Globo de Oro a la mejor actriz de reparto en cine, que ha recogido Da'Vine Joy Randolph por su imponente trabajo en la película Los que se quedan, de Alexander Payne. La dirección de actores de esta película es tan brillante, que el protagonista de esta película, Paul Giamatti, ha sido el elegido asimismo para alzarse con el galardón al mejor actor. En homenaje al personaje que interpreta en el filme, ha dedicado su reconocimiento a los profesores. "Son buena gente, hay que respetarlos. Trabajan duro", ha dicho.
En el apartado interpretativo destaca también el premio a la mejor actriz de comedia a Emma Stone, por su trabajo en Pobres criaturas (galardonada a mejor comedia o musical). Asimismo, Cillian Murphy y Robert Dwoney Jr. han recogido sendos premios en las categorías de mejor actor y mejor actor de reparto en drama, respectivamente, por su trabajo en Oppenheimer, mientras que Lily Gladstone ha recogido el Globo de Oro a la mejor actriz en drama por Los asesinos de la luna.
Gladstone ha protagonizado el único momento reivindicativo de la noche, al celebrar un premio histórico, el primero que reciben una actriz indígena. "Los actores nativos solían decir sus líneas en inglés, y el mezclador de sonido las ejecutaba hacia atrás para lograr los idiomas nativos ante la cámara", ha criticado la galardonada en su discurso de agradecimiento, en el que ha pronunciado unas palabras en lengua nativa, según recoge Vozpópuli.
"La única vez que había estado en este escenario fue al recibir uno de estos (galardones) en nombre de nuestro querido amigo Heath Ledger, y eso fue complicado y desafiante para mí", ha señalado Christopher Nolan al recoger el premio a la mejor dirección
El momento más emotivo de la gala de entrega de los Globos de Oro ha tenido lugar durante las palabras de Christopher Nolan al recoger su primer premio a la mejor dirección tras seis nominaciones en su trayectoria como cineasta. "La única vez que había estado en este escenario fue al recibir uno de estos (galardones) en nombre de nuestro querido amigo Heath Ledger, y eso fue complicado y desafiante para mí", ha reconocido en recuerdo del momento en el que recogió a título póstumo el galardón por su papel en El caballero oscuro.
Cuatro años después del triunfo incontestable de la coreana Parásitos, de Bong Joon-ho, otra Palma de Oro del Festival de Cannes ha dejado su huella en estos galardones y, aunque no tan pronunciada como en aquella ocasión, sí ha conseguido no solo el premio a la mejor película de habla no inglesa, sino también el Globo de Oro al mejor guion. Se trata de Anatomía de una caída, de Justine Triet, película que ha impedido que el español Juan Antonio Bayona haya ganado con La sociedad de la nieve el único premio al que aspiraba.
Succession, serie vencedora en los Globos de Oro
Succession, la ficción sobre un poderoso magnate de medios de comunicación y la guerra que se desata en su familia por tomar el control ha llegado a su fin, pero lo ha hecho por todo lo alto, al conseguir con su cuarta y última temporada convertirse en la gran triunfadora en el apartado de series y televisión. En total, ha ganado cuatro premios, entre los que se encuentran los de mejor serie dramática, y tres merecidos premios en el apartado interpretativo: mejor actor y actriz protagonistas para Kieran Culkin y Sarah Snook, respectivamente, y mejor actor de reparto para Matthew Macfadyen.
Asimismo, la ficción Bronca ha ganado los tres galardones a los que aspiraba en los Globos de Oro (mejor miniserie y mejor actor y actriz de miniserie para Steven Yunn y Ali Wong). Por su parte, la aclamada serie The Bear ha conseguido tres galardones: mejor comedia o musical, y mejor actor (Jeremy Allen White) y actriz de reparto (Ayo Edebiri). Pocas sorpresas y unanimidad al señalar los favoritos de la temporada.
