Cultura

¿Qué fue de los sex symbols de los 80? (II)

Lo tuvieron todo. Fama, dinero y millones de admiradores. Cada detalle de sus vidas era noticia, ocupaban portadas de revistas y los adolescentes recortaban sus fotografías para forrar las carpetas. Pero, entonces, el tiempo pasó y no todos corrieron la misma suerte. Hoy, nos continuamos preguntando: ¿Qué fue de los sex symbols de los 80?

  • Kirk Cameron (Flickr/ Gage Skidmore con licencia CC BY SA 2.0)

A principios de los ochenta, una chica de origen italo-americano llegó a Nueva York para triunfar como bailarina, fichó por una multinacional, sacó su primer disco y se convirtió en el mayor referente de la década. Las mujeres de medio mundo copiaban sus estilismos, las revistas la querían en sus portadas y todos bailaban al ritmo de sus canciones -y se escandalizaban con sus provocaciones-. Ahora, treinta años después, la fama de Madonna continúa imbatible. Sigue generando noticias, ocupando portadas y desbancando a todas aquellas que quieren ocupar su trono. Muchas fueron las estrellas que aparecieron en los ochenta, pero muy pocas han sabido mantenerse y, desde luego, casi ninguna al nivel de Madonna. Hoy continuamos con el repaso a los sex symbols de los ochenta, esos hombres y mujeres que nos hicieron perder la cabeza y de los que ya no se acuerda prácticamente nadie.

Jason Donovan

La serie australiana Neighbours pasará a la historia por ser una de las más longevas del mundo -continúa en emisión y lleva ya 29 temporadas y casi 7000 episodios- y por haber dado a luz a la pareja formada por Kylie Minogue y Jason Donovan. Ambos eran guapos, jóvenes, rubios y querían triunfar. Compartieron historia de amor, dentro y fuera de la pequeña pantalla, y empezaron una carrera musical que ha tenido un resultado muy diverso. El primer álbum de Donovan, que incluía un dueto con su novia Kylie, fue un auténtico éxito, pero la alegría le duró poco. En la década de los 90, consiguió sacar un segundo disco -que no fue mal pero no tan bien como el primero-, rompió con Kylie y tuvo que enfrentarse a muchos rumores, desde su incapacidad para cantar hasta su orientación sexual. En 1992 demandó a la revista The Face por haber publicado que era homosexual y ganó el juicio, pero su imagen quedó muy deteriorada. Sus fans le acusaron de homófobo y de haberles mentido y su carrera cayó en picado. Y por si le faltaba algo, confesó una grave adicción a las drogas. Con el tiempo, formó una familia, se rehabilitó, participó en varios musicales, publicó un par de recopilatorios con versiones de sus temas de los ochenta y concursó en algunos realities. Se hizo un injerto de pelo y trató de reunirse con Kylie para volver a cantar juntos, pero no lo consiguió.

Kirk Cameron

¿Quién no recuerda las aventuras de la familia Seaver en Los problemas crecen? Un psiquiatra que tiene que trabajar en casa porque su mujer ha vuelto a ejercer como periodista y, mientras tanto, se hace cargo de sus hijos. Kirk Cameron dio vida a Mike, el mayor, el rebelde, el mal estudiante, el gracioso, el guapo de la serie. Inmediatamente pasó a ser un ídolo adolescente, llegando a nombrarle el nuevo Michael J. Fox. Tenía por delante una carrera prometedora, el problema es que su éxito murió con Los problemas crecen. Cuando cumplió 17 años, en pleno auge de la serie, Cameron vio la luz. Literalmente. Se convirtió al cristianismo y empezó a presionar a los guionistas para que eliminaran ciertas tramas que pensaba que podían ser demasiado ofensivas -ganándose la enemistad del resto de actores-. Pero su fe no hacía más que aumentar. Fundó The Way of the Master con el predicador Ray Comfort, lanzó un programa de televisión con el mismo nombre para llevar a los cristianos por el buen camino, hizo un programa de radio, publicó libros, DVDs y hasta biblias personalizadas. Todo un imperio cristiano. Últimamente ha sido noticia por sus polémicas declaraciones en contra de la teoría de la evolución y de la homosexualidad.

Victoria Principal

La televisión de los ochenta estuvo dominada por las series. Grandes historias familiares, con dinero, poder y lujo, como Falcon Crest, Dinastía, Hotel o Dallas, que mantuvieron a los espectadores pegados a la pantalla durante cientos de episodios. Sus protagonistas se convirtieron en estrellas que todavía permanecen en la memoria. Es el caso de Victoria Principal, la mítica Pamela Ewing de Dallas. Nacida en Japón, de padre italo-americano y madre inglesa, Victoria empezó en el cine junto a Paul Newman y ganando un Globo de Oro por su papel en El juez de la horca, pero el fracaso de sus siguientes películas la llevaron a la televisión. Los productores de Dallas no tuvieron ninguna duda en ofrecerle el papel de Pamela cuando le hicieron una prueba en bañador para una de las primeras escenas. Se mantuvo en la serie durante nueve años, mientras protagonizaba cientos de anuncios, producía películas para la televisión y sacaba su línea de cuidados corporales, Principal Secret. En España pudimos verla felicitándonos las Navidades en 1987, gracias al anuncio de Freixenet, donde aparecía con cantando y bailando con un vestido que dejaba bien clara su anatomía. Su carrera televisiva nunca se recuperó del éxito de Dallas, pero amasó una fortuna como empresaria y escritora de libros de autoayuda. Actualmente se dedica principalmente a obras de caridad.

Kelly McGillis

McGillis fue un auténtico sex symbol de los ochenta. Rubia, guapa y sensual, interpretó a la atractiva instructora de vuelo que seducía a Tom Cruise en Top Gun y se convirtió en el sueño erótico de Hollywood. Pero McGillis no solo era una mujer guapa. Ya había demostrado su valía en Único testigo, junto a Harrison Ford, donde su papel de madre Amish obtuvo una nominación a los Globos de Oro, y volvería a hacerlo en Acusados, interpretando a la abogada defensora de una joven que había sido violada -Jodie Foster, que ganó un Oscar por la película-. McGillis lo tenía todo, pero no supo aguantar la presión. Los métodos de trabajo del director Abel Ferrara en El cazador de gatos la llevaron hasta tal punto de desesperación que decidió abandonar el cine -cuentan que el último día de rodaje se plantó en el set y gritó: “Bueno, esto ya se ha acabado, no? Pues que os jodan a todos!”-. Desde entonces se ha dedicado a hacer películas para la televisión, a dar clases de interpretación y a regentar un restaurante. En 2009 reconoció que era lesbiana y que lo había mantenido en secreto debido a las presiones externas -se daba así un enfoque a los rumores insistentes que durante sus años de éxito había tenido un affaire con Madonna-. Ahora ha vuelto al cine, encadenando cuatro películas en los últimos años, aunque de aquella rubia sensual ya no queda absolutamente nada.

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