Jason Derulo volvió a Madrid tras cuatro años sin hacerlo para deleitar al público con una auténtica fiesta. Sobre el escenario de Madrid Escena no se dejó ni uno solo de los 'hits' que le han convertido en una de las mayores estrellas de la música pop del planeta. La primera nota del concierto ya dejó claras las intenciones del artista: sonó Whatcha Say, el éxito que le elevó al estrellato a nivel mundial.
Derulo, que catalogó a Madrid como "una de sus ciudades favoritas del mundo", firmó un concierto memorable, de aquellos que te hacen volver a casa con una sonrisa o mirar el reloj con cara incrédula al ver lo rápido que ha pasado el tiempo. Y lo hizo gracias a veinte canciones que, en algún momento de la última década, han reventado las listas de éxitos y le han llevado ser uno de los grandes 'hitmakers' del planeta. Un espectáculo sin baladas ni canciones lentas -y eso que Derulo tiene bastantes en ese registro- para organizar un fiestón de dimensiones épicas.
Para demostrar que efectivamente Madrid le gusta, Jason Derulo eligió este concierto para interpretar por primera vez su último tema, 'Slidin', que se publicó en Spotify o Youtube ese mismo día. Pidió que la gente no grabase con el móvil, pero fue imposible: todo el mundo quería inmortalizar el momento. Consiguió que el público madrileño se marchase sabiéndose especial, llevándose a su casa un pequeño pedazo de la carrera del cantante.
Lo cierto es que Derulo no pudo encontrar un mejor público, ya que desde previa ya se apreciaba las ganas de 'jarana' por parte los asistentes. El DJ del cantante, que actuó en los momentos previos, se encargó de confirmar lo evidente, caldeando el ambiente con una mezcla de temas actuales. Una vez saltó el cantante al escenario, todo el mundo ya estaba entregado. La atmósfera olía a fiesta, algo que continuó durante toda la noche del Enrique Tierno Galván: los presentes no dejaron de saltar y bailar, además de corear cada una de las canciones del 'setlist' de Jason Derulo hasta el punto de hacer inaudibles algunas partes del concierto... y eso que la acústica del recinto es fabulosa.
El propio artista supo contagiar la energía de sus temas gracias a un nutrido cuerpo de baile, con el que no paró de interactuar sobre el escenario. Un espectáculo muy completo y trabajado para contentar a los amantes del Derulo de la década pasada y también a aquellos de la generación 'TikTok': cuando sonó 'Savage Love', el propio artista hizo el baile que miles de personas han podido ver -o hacer- a través de la red social, algo que fue replicado por el público. Lo mismo sucedió con 'Love not war'.
Otro momento clave fue cuando sonó 'Wiggle', la canción en la que contó con la colaboración de Snoop Dogg. El particular silbido del estribillo fue uno de los momentos más coreados por el público. Después de repasar temas de la vieja guardia como 'Ridin' Solo' o 'In my head', además de otros más recientes como 'Talk Dirty' o 'Swalla', llegó el clímax del espectáculo: sonó 'Want to want me', la canción de más éxito del artista. Como no podría ser de otra forma, el público se desgañitó con ella.
Incluso se animó a cantar en español con su '1, 2, 3', canción en la que colabora con Sofía Reyes y que se ha convertido en poco tiempo en uno de sus hits más icónicos. Tras marcharse del escenario, volvió para cerrar su espectáculo con otro tema más propio de 'millenials': sonó 'The other side' para después corear, al unísono con los asistentes, los acordes de la legendaria 'Seven Nation Army' de White Stripes.
Por si acaso, para que la gente no olvidase su nuevo tema, volvió a sonar 'Slidin', ya sin él en el escenario, canción muy bailada por el público mientras se encaminaba hacia la salida del parque Enrique Tierno Galván. El salvaje espectáculo que brindó Jason Derulo al público de la capital sirvió de guinda a un Madrid Escena que ha tenido una maravillosa acogida gracias al romántico sonido de James Blunt, la legendaria voz de Robe o el flamenco de Diego el Cigala y Juanito Makandé.
