El confinamiento tuvo un efecto positivo sobre los índices de lectura, que crecieron en España a lo largo de 2020. Esta es una de las principales conclusiones del Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2020, que ha sido presentado este viernes por el Ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, y el presidente en funciones de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Patrici Tixis.
Este estudio, elaborado para la FGEE, con el patrocinio de CEDRO y en colaboración con el Ministerio de Cultura y Deporte, muestra cómo la lectura y el libro han ayudado a buena parte de la población a sobrellevar un año complicado, especialmente durante el periodo de confinamiento, lo que claramente refleja que el libro es un bien considerado de primera necesidad para muchas personas. Esto se ha manifestado tanto en el incremento del índice de lectura, especialmente en la lectura frecuente (al menos semanal), como actividad de ocio, y en el tiempo dedicado a esta.
Lectores en tiempo libre
En concreto, los datos reflejan que, en 2020, el 68,8% de la población española leyó libros. De estos, un 64% lo hizo por ocio, en su tiempo libre. El 23,1% leyó por trabajo o estudios, porcentaje que cae con respecto a 2019 (27,5%). Si bien el porcentaje total de españoles que leyó un libro en 2020 creció ligeramente (0,3 puntos), el barómetro refleja un incremento en el porcentaje de lectores en tiempo libre, que pasa del 62,2 en 2019 al 64%, y acumula una subida de siete puntos porcentuales en los últimos diez años.
Estas cifras sólo son claras si se comparan con las de años previos. Los estudios elaborados por los editores en años anteriores demuestran el crecimiento de los lectores más jóvenes en los últimos cinco años hasta situarse en el 65,8% de la población, lo que supone un aumento de 2,8 puntos. Sin embargo, una cifra se ha mantenido desde hace cinco años: un 40,4% de los consultados estudio asegura no leer nunca o casi nunca, una estimación parecida a la que ha ofrecido el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) al registrar que un 39,4% de los españoles admitía no leer jamás.
El documento elaborado por los editores ha mostrado de manera consistente una tendencia que se mantenía y que en esta ocasión ha pasado del 59,7% al ya citado 68,8%, dato que ubica a España en la media de la Unión Europea. Más significativamente aumentó el porcentaje de lectores que leen de forma frecuente (diariamente o al menos una vez a la semana), que pasa del 50% al 52,7%. El barómetro recoge el importante crecimiento que se produjo durante las semanas de confinamiento durante las que el porcentaje de quienes leyeron con una frecuencia al menos semanal alcanzó el 57%, máximo histórico. Una parte significativa del incremento en lectura generado por el confinamiento se ha mantenido una vez que finalizaron las restricciones de movilidad.