Cultura

Fernando Iwasaki: "Todos los nacionalismos me conciernen"

El escritor Fernando Iwasaki trabaja ahora en su próxima novela donde aborda, en clave de humor, el tema de los nacionalismos. “En mi novela me gustaría tomarlos todos, porque todos me conciernen”, dice.

Fernando Iwasaki (Lima, 1961)es peruano de nacimiento, japonés de origen y sevillano de facto (está casado desde hace veinticinco años con una sevillana). Además de escritor, historiador, investigador, docente y filólogo,  es director de una fundación de arte flamenco, además de alguien dotado con un afilado y potentísimo sentido del humor y la ironía. Tiene, sin duda, los elementos necesarios –y el valor - para meterse en el lío que se ha propuesto con su próxima novela.

Después de escribir el que ha sido probablemente uno de los libros de cuentos con ventas más sostenidas en el tiempo, Ajuar funerario (Páginas de espuma, 2006), del que se han colocado más de 60.000 ejemplares –eso, en microficción en un bestseller-, este peruano-español-japonés-sevillano ha decidido escribir, en clave de un humor, una novela sobre los nacionalismos.  

Como Andrés Neuman, Jorge Volpi, Rodrigo Fresán o Juan Gabriel Vásquez, Fernando Iwasaki  forma parte de una idiosincrasia de escritores de origen latinoamericano que viven en distintas partes del mundo y su literatura tiene, sí, el sello de sus raíces, pero logra sin embargo ser completamente  universal.

Su primer libro de cuentos fue Tres noches de corbata (Ediciones Ave, 1987), a ese siguieron, entre otros Un milagro informal, (Alfaguara, 2003), Helarte de amar (Páginas de Espuma, 2006) y el comentadísimo España, aparta de mí estos premios (Páginas de Espuma, 2009).

Suyas son también las novelas  Libro de mal amor (RBA,  2001) y Neguijón (Alfaguara, 2005) así como los ensayos  Mario Vargas Llosa, entre la libertad y el infierno (Estelar, 1992), Mi poncho es un kimono flamenco (2005); Yerbamala Cartonera (2007) y  Nabokovia Peruviana, La Isla de Siltolá (Sevilla, 2011). Tiene también libros de crónicas como El sentimiento trágico de la Liga (1995), La caja de pan duro (2000), Sevilla, sin mapa (2010) y Una declaración de humor (2012).

-Los nacionalismos. ¿Por qué? Y sobre todo, ¿por qué ahora en la forma de una novela y no de relatos?

-En España mucha gente ha pensado que se trata de los nacionalismos peninsulares y es mucho más que eso. Existen diversos nacionalismos, como los latinoamericanos y europeos, con independencia de los periféricos peninsulares y del propio nacionalismo español. En mi novela me gustaría tomarlos todos, porque todos me conciernen. Y es muy curioso como todos ellos entran en contradicción. ¿Te imaginas a un peruano de ascendencia vasca o catalana, con doble nacionalidad española-peruana, residente en Miami y por lo tanto con green-card, el cacao que puede tener en la cabeza?

"¿Te imaginas a un peruano de ascendencia vasca o catalana, con doble nacionalidad española-peruana, residente en Miami, el cacao que puede tener en la cabeza?"

-Usted puede que sea una de las personas vestidas con los mejores zapatos para hablar de lo que pertenencia o arraigo significa. La mezcla entre Perú y España. ¿Cómo volcar esa circunstancia?

-No cambia la forma de escribir, sino la forma de hablar de cada uno. Después de 27 años en España es lógico que llame "comida" al almuerzo y "cena" a la comida, porque como me empeñe en mantener mi habla peruana me moriría de hambre.

-Recientemente, con la discusión del aumento del IVA protegido, ha salido a relucir, en cierta parte de la ciudadanía una actitud reprobatoria hacia el creador. ¿No debía de estar superado este prejuicio?

-Como no creo que jamás me enriquezca escribiendo, me considero lejos de esa polémica. Me molesta mucho más -por ejemplo- que un futbolista latinoamericano consiga su doble nacionalidad en un tiempo mucho más rápido que un inmigrante normal. ¿Por qué a la gente le parece bien que un futbolista hispanoamericano sea comunitario cuanto antes y un dentista o un filólogo no?

-Hace poco comentó que era necesario contemplar el mundo con una "mirada estrábica", con un ojo en el pasado y otro en el presente, y sacar conclusiones de las cosas que vivíamos hace 10 años cuando "éramos una de las potencias mundiales y parecía que la prosperidad no tenía fin". ¿Qué se necesita como sociedad para ser capaces de reír sanamente de los propios tropiezos?

-Me gustó ver cómo en la ceremonia de apertura de los juegos olímpicos de Londres la reina de Inglaterra aparecía como “Chica Bond”. ¿Suficiente con este ejemplo?

"Me gustó ver cómo en la ceremonia de apertura de los juegos olímpicos de Londres la reina de Inglaterra aparecía como “Chica Bond”. ¿Suficiente con este ejemplo?"

-Apropósito del paso del tiempo, ¿tendría Europa algo que aprender de los 90 latinoamericanos, lo digo por el FMI y el crack mexicano o eso es sólo retórica?

-La crisis europea de esta era se parece como una perla mikimoto a otra a la crisis latinoamericana de los 90. La diferencia es que en América Latina devaluaron las monedas y aquí se devalúan los salarios, las pensiones y el capital humano.

-Por favor, ¿un libro –o dos, o los que desee- para releer en tiempos de Draghi y Merkel?

-El arte de no pagar sus deudas, de Balzac y El banquero anarquista, de Pessoa

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