Algunos fueron la sensación de la Feria Del Libro y Sant Jordi, otros formaron parte de una apuesta editorial basada en el talento de sus autores, la rareza de su temática, la singularidad de su apuesta editorial o sencillamente la belleza de su recuperación en el tiempo... Si no pudo leerlos en el momento en que fueron publicados, quedan por delante los días de verano para dar cuenta de sus páginas: ficción, ensayo, crónica, poesía. He aquí los libros en los que vale la pena detenerse antes de pasar a la selección de novedades que llegará en otoño.
Narrativa Independiente. Toca comenzar con la que podría denominarse la novela independiente del año, Tú no eres como otras madres (Periférica y Errata Naturae), de la escritora Angelika Schrobsdorff, una historia en clave autobiográfica. En este libro, la autora alemana reconstruye la vida real e inconformista de su madre, una mujer nacida en una familia de la burguesía judía de Berlín. Se trata de la narración de una vida extraordinaria que ha conquistado a los lectores en todo el mundo.
Narrativa Contemporánea. En esta etiqueta entran dos de los grandes escritores anglosajones de la narrativa contemporánea Cero K, la nueva novela de Don DeLillo, uno de los más destacados autores norteamericanos vivos, publicado esta primavera por Seix Barral. En esta novela, DeLillo recupera las grandes obsesiones de su literatura -el terrorismo, las hambrunas, los desastres naturales- en una historia que pone en cuestión lo que vivir realmente significa. A DeLillo lo acompaña en esta selección Avenida de los Misterios, la más reciente novela del escritor John Irving. La novela, publicada por Tusquets, narra la historia de Juan Diego, un escritor de origen mexicano que reside en Iowa, quien acepta una invitación a viajar a Filipinas. Inicia así una travesía en su memoria hacia una infancia de miseria y precariedad como reflexión sobre la identidad y la pertenencia.
Generación de los 50 en Europa. En ocasión del centenario de su nacimiento, merece la pena la lectura de la escritora Natalia Ginzburg, el sello lumen recupera Léxico familiar, la narración autobiográfica de los recuerdos de infancia y juventud de la escritora, capturados en retazos de conversaciones, en frases familiares e íntimas o en las charlas que los intelectuales del Turín de los años treinta, mientras comienza a alzarse el fantasma del fascismo. Lumen también recupera la que muchos han calificado como la mejor novela de Natalia Ginzburg, Todos nuestros ayeres. Sin embargo, el libro más hermoso de todos, el más urgente y luminoso son sus ensayos, publicados por primera vez en español. Reunidos bajo el título Las tareas de la casa y otros relatos, Ginzburg retrata un mundo, imprimiéndolo en estampas mínimas. Estos ensayos alumbran, propician el llanto y el entendimiento, empujan a quien lee a un territorio de lo breve y lo íntimo, dan pistas de la mujer que es Ginzburgen cada una de sus novelas. Convendría, acaso para completar una estampa literaria de aquellos años, componer una lectura conjunta de la italiana con la poesía de Carlos Barral, publicada también por Lumen en una nueva edición: Usuras y figuraciones, que propone una nueva secuencia de los poemas del catalán que permite recuperar su registro original.
No Ficción. Mencionado anteriormente por su belleza La gente del abismo (Gatopardo ediciones), este reportaje sobre la miseria y la marginalidad del East End, la zona este de Londres, donde el escritor Jack London pasó varios meses disfrazado de vagabundo no es solo un texto lúcido y estremecedor sino una pieza literaria extraordinaria. También como una preciosa rareza literaria, vale la pena leer el libro Gatos ilustres (Lumen), el homenaje literario a los gatos concebido por una de las más grandes escritoras, la Premio Nobel Doris Lessing, quien recopila sus experiencias con felinos desde sus años en su granja de Sudáfrica a sus años en Londres.
Apuesta Joven. Rayos (Blackie Books), la última novela de Miqui Otero. Tras Hilo musical (Alpha Decay, 2010) y La cápsula del tiempo (Blackie Books, 2012), el barcelonés acomete el que –dice- es su libro más personal. En sus páginas retoma, con la intención de liquidarlos, aquellos que hasta ahora han sido sus temas esenciales. "En este libro hay una voluntad para cerrar el ciclo de mis novelas anteriores y que tiene que ver con la dificultad para hacerse adulto". Una novela hermosa. Fulminante. Puede que lo mejor que se haya escrito este año por un narrador menor de treinta años. Vale la pena. Sin lugar a dudas.