A pesar de que había sido ratificado como presidente de la Academia de Cine en la Asamblea General celebrada el 9 de mayo de 2015, Antonio Resines ha presentado este miércoles la dimisión irrevocable de "todos sus cargos y funciones" por diferencias "con la Junta Directiva". Según informa la Academia en una nota, también ha tomado la misma decisión, por los mismos motivos, el vicepresidente de la institución, Edmon Roch. En una carta dirigida a los académicos, ambos profesionales han manifestado que "esta decisión ha sido tomada a raíz de serias discrepancias con parte de la Junta Directiva que han imposibilitado en los últimos meses el trabajo diario de la terna presidencial en la institución".
"En todo momento, nuestra intención ha sido desempeñar nuestras funciones de la mejor forma posible y siempre en beneficio del sector al que hemos representado. Para ello hemos emprendido nuevos proyectos, algunos aún en desarrollo, que esperamos terminen fructificando para bien de la Academia", aseguraban ambos en el texto de la misiva. A finales de junio, la realizadora de cine Gracia Querejeta también presentó su dimisión como vicepresidenta de la Academia de Cine, aunque por una cuestión de "incompatibilidad" con otros proyectos. Querejeta, en el cargo desde hace poco más de un año junto con el equipo de resines abandonó el cargo a través de una carta enviada a Antonio Resines.
La academia, una silla eléctrica
Hay que recordar que Antonio Resines se incorporó luego de que Enrique González Macho abandonara su puesto como presidente de la Academia de Cine en febrero de 2015, después de casi 4 años de mandato. Macho lo hizo, aseguró, por motivos personales. Resines ocupó la presidencia en funciones de la Academia. El actor cántabro Antonio Resines (Torrelavega, 1954) acudió como único candidato en las elecciones para presidir la Academia de Cine celebradas el 9 de mayo de 2015. La directora Gracia Querejeta y el productor Edmon Roch lo acompañaron en la terna como candidatos a vicepresidentes. Al ser la única candidatura recibida, los miembros de la Academia -unos 1.200 en total- los ratificarán "sin necesidad de votación".
A la Academia no le faltan polémicas. En 2011, Álex de la Iglesia dejó su cargo como presidente por su desacuerdo con la ley Sinde, que contemplaba el cierre de webs que contuviesen contenidos protegidos por derechos de autor. El anuncio lo hizo al día siguiente de la Gala de los Premios Goya de ese año, justo después de que se diera a conocer la reforma del texto pactada por PP y PSOE que resucita la ley Sinde en el Senado. De la Iglesia, que había participado activamente en el debate en la red, sostuvo además una polémica pública con la entonces ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.
