El castellano de Henry Kamen a veces se traba, coge los giros bruscos de las lenguas que no son maternas. Eso, sin embargo, no le impide expresar su opinión: "Lo del independentismo en Cataluña no es normal, no tiene sentido, ¡no hay motivos! Las separaciones ocurren en época de guerras, de epidemias, de sufrimiento, no en momentos de paz …Pero es lo que pasa en las democracias. De hecho, la democracia a veces es muy estúpida y permite que ocurran cosas estúpidas”, asegura el hispanista en referencia a la posible consulta del 9 de noviembre en Cataluña, quien esta semana ha presentado en Madrid su ensayo España y Cataluña (Esfera de los Libros).
En las páginas de este libro, Kamen hace una reflexión sobre las relaciones históricas entre España y Cataluña, centrándose en los sucesos de 1714 y la mitología que se ha generado alrededor de esta fecha. Para el profesor británico, afincado en Barcelona desde hace más de dos décadas, Cataluña no quedó aplastada ni reducida tras la rendición en la Guerra de Sucesión Española el 11 de septiembre de 1714 -cuyo tercer centenario se conmemora ahora-, sino que siguió siendo una región importante, próspera y floreciente. "El territorio más rico de España… ¡dentro de España!", asegura Kamen.
En las páginas de este libro, Kamen hace una reflexión sobre las relaciones históricas entre España y Cataluña, centrándose en los sucesos de 1714
El análisis sobre el uso ideológico que se ha dado a la versión agraviada de este hecho histórico -y las "imprecisiones y falacias" que esto ha generado- ocupan buena parte del ensayo, sin embargo, en sus planteamientos, Kamen incluye su visión sobre muchos otros aspectos, por ejemplo, el fracaso español en la construcción de una identidad.
Henry Kamen ha sido profesor en distintas universidades de España, Gran Bretaña y Estados Unidos, así como en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Barcelona. Es autor de algunos ensayos y estudios como Felipe V: el rey que reinó dos veces (2000), Felipe de España (2001), Imperio: la forja de España como potencia mundial (2003), Los desheredados (2007), El enigma de El Escorial (2010) o La Inquisición española: una revisión histórica (2013).
-"Cataluña no quedó aplastada ni reducida tras el 11 de septiembre de 1714". Esa es su tesis y pretende demostrarla. ¿Cuándo comienza a generarse este fenómeno de segundas lecturas, acaso intencionadas, de la historia catalana?
-Al igual que Franco creó una historia falsa para su España una, grande y libre, los catalanes han hecho lo mismo. Tras la derrota de 1714, Cataluña no quedó aplastada ni reducida a la nada, siguió siendo una región importante, próspera y floreciente, el territorio más rico de España…. ¡Y dentro de España, formando parte de ella! Nadie nunca lo vio de manera distinta, acaso a comienzos del siglo XIX, cuando algunos querían reajustar su relación con el Estado central.
"Al igual que Franco creó una historia falsa para su España una, grande y libre, los catalanes han hecho lo mismo"
-En el libro habla usted del fracaso de los intelectuales castellanos en la construcción de una identidad española y, a su manera, como propiciadores de la Renaixença catalana
-Castilla tuvo la oportunidad de elaborar una identidad basada en su propia experiencia y la posibilidad de extender esta identidad al resto de España. Cuando digo que algunos intelectuales castellanos fracasaron en la creación de una identidad, me refiero al hecho de que no tuvieron la capacidad de crear una españolidad.
-¿Y qué tiene que ver Cataluña en todo esto entonces?
- Es en ese momento cuando los catalanes, inteligentes, se plantearon crear una identidad catalana para sustituir la ausencia de una cultura española, que ellos mismos comenzaron a crear a través de culturas regionales. Eso ocurre también con los vascos o los gallegos. Cuando hablo de un fracaso de los castellanos me refiero a eso: a pesar ser la región con más riquezas, más posibilidad no crearon una identidad completa.
"Algunos intelectuales castellanos fracasaron en la creación de una identidad española"
-Eso suena como una especie de agravio...
-Tiene que ver con un intento de volver a descubrir las raíces históricas.
-Insiste usted, mucho, en separar catalanismo de independentismo. Algo que ha quedado totalmente mezclado
-Sí, hay una confusión total, cuando en realidad entre independentismo-separatismo y nacionalismo-catalanismo existe una distancia enorme. La mayoría de los políticos catalanes han sido nacionalistas sin ser separatistas o independentistas… Incluso yo pongo en duda que los catalanistas sean separatistas, porque una cosa no tiene nada que ver con la otra. Claro, los separatistas no pueden existir sin los catalanistas, pero ellos quieren confundir esa idea.
La mayoría de los políticos catalanes han sido nacionalistas sin ser separatistas o independentistas…
-¿Cómo cree que pueda ayudar este libro en el debate?
-¡Yo qué sé….! –risas- Bueno, intento aportar algo de sentido histórico a todo esto. No se puede ser catalán excluyendo todo aquello que ha contribuido a formar Cataluña: su experiencia con Castilla, con los judíos, con los musulmanes… En el libro me enfado con los separatistas, sobre todo en los capítulos donde ataco las mentiras que un historiador no puede aceptar. Quería hacer una aportación al fondo histórico del debate. Decir que Cataluña ha sufrido a manos de Castilla, es falso, porque todos saben que Cataluña llegó a ser la provincia más rica de España, con España.
La consulta es una estafa inventada por los políticos para engañar a los votantes
-La verdad sea dicha, el reloj hace tic tac y no sabemos todavía si habrá o no consulta
-La consulta es una estafa inventada por los políticos para engañar a los votantes. Pero los que serán culpables de las consecuencias que esa consulta pueda tener serán ellos: los votantes. En todas las democracias los errores son culpa de los votantes. Los políticos, sí, han querido manipular pero son los votantes quienes responden. ¿Cómo es que en cinco años, la proporción de votantes a favor de la separación haya crecido del 16% a más del 40%? Eso en un país normal no ocurriría, ¡porque no hay motivos! Los hay en época de guerras, de epidemias, de sufrimiento, no en momentos de paz. Lo del independentismo en Cataluña no es normal, no tiene sentido, ¡no hay motivos! Las separaciones ocurren en época de guerras, de epidemias, de sufrimiento, no en momentos de paz …Pero es lo que tienen las democracias. De hecho, la democracia a veces es muy estúpida y permite que ocurran cosas estúpidas.