La rueda, como se llamó a la trama de reparto de derechos la SGAE, sigue dando vueltas. El compositor Rafael Tena, en libertad bajo fianza, ha denunciado ante la Audiencia Nacional un presunto fraude de cerca 93 millones de euros en la Sociedad General de Autores y Editores, SGAE, en relación con el reparto de derechos entre 2012 y 2013 bajo la presidencia de Antón Reixa. El señalamiento ha sido presentado por la defensa de Tena ante el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, quien imputó al compositor por delitos de corrupción en los negocios, estafa y pertenencia a organización criminal por participar presuntamente en prácticas fraudulentas de los derechos de autor de piezas musicales emitidas en televisión. El documento ha sido difundido este lunes por la Agencia EFE.
Tena, quien junto con Manuel Carrasco y Fernando Bermúdez depositó el pasado mes de junio una fianza de 100.000 euros para evitar su ingreso en prisión, ha trasladado a la Audiencia Nacional la denuncia que presentó el pasado mes de noviembre ante la Dirección General de la Policía respecto a lo que considera un "saqueo de los derechos pendientes de identificación" de la SGAE durante los ejercicio 2012 y 2013, que documenta, según él, en un dosier al que llama caso Caníbal. En ese escrito, Tena asegura que se produjo un fraude en el reparto de las cantidades recaudadas por la SGAE en concepto de los derechos de autor de unos titulares que no pudieron ser identificados, por lo que quedaban pendientes de repartir.
Según el compositor, el Plan de rescate de estas cantidades, implementado por la SGAE en 2012, "desvió" cerca de 75 millones de euros y, según añade, los acuerdos del Consejo de Dirección de la entidad de gestión en 2013 supusieron otro "desvío" de 18 millones de euros. En el escrito de la defensa del hermano del cantautor Manolo Tena se argumenta que la investigación de caso de la rueda está relacionada con su denuncia, ya que ambas afectan al reparto de los derechos de autor gestionados por la SGAE. En este sentido, Tena dice que "se dan las circunstancias necesarias" para la investigación y enjuiciamiento de ambos casos en el mismo procedimiento. Así, considera que es competencia de este juzgado de la Audiencia Nacional la investigación de estos hechos y destaca que varias de las personas que aparecen en esta denuncia están siendo investigadas en la causa que se sigue en la Audiencia Nacional.
¿Qué es la rueda?
Seis años después de la Operación Saga, en 2011, se destapó la trama de La Rueda de las Televisiones, una red de empresas que sirvió a un grupo de socios para desviar dinero por derechos de autor. Con esta estructura que mezcla a autores, intermediarios y editores, muchos se dedicaban a registrar como obras nuevas pequeños arreglos o cambios mínimos en composiciones de dominio público, las cuales eran emitidas durante las franjas horarias nocturnas en las cadenas de televisión. Registraron más de 20.000 obras y consiguieron facturar alrededor de 100 millones de euros entre los años 2006 y 2011, según indica el juez Ismael Moreno, de la Audiencia Nacional, en el auto de la causa. El asunto viene de lejos y eran muchos los que habían denunciado lo que ocurría, el primero Antón Reixa, ex presidente de la SGAE, en 2013.
Durante el mes de junio de este año, el grupo de Delitos contra la Propiedad Intelectual e Industrial de la Policía Nacional registró la sede de la SGAE así como algunas televisoras. Fueron detenidas 18 personas, entre los que se encuentran los socios Rafael de Tena, Manuel Carrasco y Fernando Bermúdez, quienes ya habían sido señalados por Antón Reixa cuatro años atrás. Ese mismo año, el entonces presidente de la entidad fue expulsado y desconocido por la Junta Directiva. Él mismo lo denunció: alguien estaba interesado en que dejara de husmear sobre aquellas anomalías -a las que llamó así, la Rueda de las Televisiones- para cuyo esclarecimiento, por cierto, se creó una comisión de investigación de la que llegó a formar parte el propio José Miguel Fernández Sastrón, en aquel entonces vicepresidente y hoy presidente de la entidad. Tras la salida de Reixa, la SGAE echó para atrás la comisión. Sin embargo, fuentes de la SGAE niegan que la salida de Reixa tuviera relación alguna con el tema, sino con su gestión como presidente y las desavenencias con su propio grupo.
