Cultura

¿Sería hoy Marx conservador?

La filósofa socialista suiza Elena Louisa Lange defiende que hoy Marx despreciaría a la izquierda que llamamos fucsia, caniche o ‘woke’

  • Escultura de Karl Marx.

Un espectro recorre el debate de la izquierda: la sospecha de que el legendario Karl Marx se llevaría regular tirando a mal con gran parte de la izquierda actual (desde las bases de Sumar de Yolanda Díaz hasta las del presidente chileno Gabriel Boric o las brigadas woke estadounidenses). Quien mejor ha argumentado esta intuición es la pensadora suiza Elena Louisa Lange, que explica su postura en un reciente artículo de la publicación alemana Die Weltwoche: “Vale la pena preguntarse qué pensaría Marx, un luchador contra la censura prusiana, sobre la cultura de la cancelación de izquierda hoy en día, o qué pensaría Marx sobre los Verdes (alemanes), cuya política parte del nuevo colectivismo alrededor del virus o el cambio climático”, plantea Lange. 

La filósofa señala los años de la Contracultura y de la Escuela de Frankfurt como un punto de inflexión en el cambio de rumbo de la izquierda: “El filósofo Herbert Marcuse, una figura clave del movimiento estudiantil de aquellos años, pero también intelectuales fuertemente marcados por Marx como Theodor W. Adorno y Max Horkheimer ya no apoyaban mucho la emancipación de los trabajadores. Adorno y Horkheimer, influidos por la experiencia de Auschwitz, reemplazaron la lucha de clases con la política de identidad judía, mientras Marcuse veía el sujeto revolucionario en los ‘condenados de la Tierra’ (Frantz Fanon): en el Tercer Mundo, en las mujeres, en los negros, en los homosexuales…”

Más claro: “En la visión de Marcuse, estos marginados, en una especie de reedición del conflicto cultural maoísta, deberían tener el papel histórico de ‘cortar con los viejos patrones’ y formar un ‘nuevo hombre’ frente al dominio cultural de las ideas burguesas de la felicidad: una familia blanca y heteronormativa, televisores a color, coches, viviendas propias…A partir de entonces, ya no se habló de la emancipación de todas las personas; es decir, de la liberación de la opresión en general. En la idea de la Nueva Izquierda, la justicia sólo se lograría cuando los marginados también pudieran pertenecer y ganar un lugar en la mesa del poder”, recuerda Lange. 

Marx y la élite académica

Lange rechaza que universitarios con rentas altas y la vida solucionada califiquen como opresores a colectivos que viven mucho peor que ellos. “La idea de dividir a las personas en opresores y oprimidos, según el color de piel, género y preferencias sexuales, y no por su papel en la estructura del poder, contradice toda la filosofía política de Marx. Para Marx, declarar al hombre blanco y heterosexual como enemigo, incluso si es solo un trabajador de fábrica, en lugar de querer mejorar la vida de todos, sería una señal de una degeneración política fundamental”, denuncia la autora. 

Las personas de izquierda que encarnan  esta degeneración están hoy en los resortes del poder: una clase acomodada de profesionales verdes, a  los que Marx habría descrito como socialismo pequeñoburgués

Luego lanza una acusación inequívoca: “No es casualidad que hoy en día las personas que encarnan  esta degeneración están en los resortes del poder: una clase acomodada de profesionales verdes, a  los que Marx habría descrito como socialismo pequeñoburgués y que habría combatido”. Para reforzar su reproche, recuerda que el filósofo de Tréveris era un enemigo acérrimo de la tecnocracia. El autor de El capital siempre defendió que la libertad colectiva es imposible sin la libertad individual, y por eso Lange sospecha que se hubiera enfrentado a las pulsiones de un nuevo “colectivismo totalitario” que hemos visto asomar con las crisis del coronavirus y del cambio climático. “Marx, que tuvo que huir de Alemania en 1849 debido a la persecución estatal, estaría condenado a un destino similar hoy en día. Pero no serían los conservadores quienes le persiguieran, sino los izquierdistas”, concluye su texto. 

Elena Louisa Lange (1976) estudió Filosofía y Cultura Japonesa en la universidad de Hamburgo, donde se graduó en 2005 con una tesis sobre Jean-Paul Sartre y su relación con la Lógica de Hegel. Desde 2009, imparte clases en varios países sobre materias como Historia de las Ideas, Filosofía, Marxismo, Anarquismo y también sobre intelectuales japoneses como  Tosaka Jun, Umemoto Katsumi y Uno Kōzō. Lange ha sido una firme defensora de la polémica diputada alemana de izquierda Sahra Wagenknecht, cuyo programa mezcla medidas contra la desigualdad con otras consideradas conservadoras y reaccionarias. 

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