La ceremonia de entrega de los Premios Nobel 2016 ha quedado eclipsada por Juan Manuel Santos, el presidente colombiano, quien acudió a recibir el Nobel de la Paz por su papel en el nuevo acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En su discurso de aceptación, Santos dedicó el galardón a todos sus conciudadanos y en especial a las víctimas, a quienes pidió que se levantaran. El gesto arrancó una larga ovación de los asistentes. De pie, y varios de ellos con las manos entrelazadas, Pastora Mira García, Leyner Palacios, Liliana Pechené, Fabiola Perdomo, Ingrid Betancourt, Clara Rojas y escritor Héctor Abad Faciolince recibieron los aplausos del millar de personas presentes en el auditorio.
Esa fue la primera de las distinciones que se otorgaron este sábado en Estocolmo. En la ceremonia de entrega, la número los galardonados recibieron la medalla Nobel, un diploma y un documento acreditando el logro de manos del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia. El gran ausente fue el Nobel de Literatura Bob Dylan. Después de retrasar la confirmación de su asistencia durante dos semanas, Dylan dio plantón a la Academia. En su lugar acudió la cantante Patti Smith, quien durante la interpretación del célebre tema A hard rain’s a gonna fall tuvo que hacer una pausa, debido a la emoción y el lanto que apenas le permitió culminar la actuación.
Antes de la interpretación de Smith se dio lectura al discurso enviado por el cantautor. Con un argumento que reivindicó la poesía y la idea implícita de canción como origen de la literatura, Dylan desarrolló una alegoría a la lírica presente en la música como creación contemporánea. "Las letras de las canciones son una continuación de la creación literaria de Blake o Shakespeare. El gramófono reivindicó el papel de la poesía para hablar de lo que nos rodea. Fue una enorme revolución". Sobre lo que alta o baja cultura supone, aludiendo a la concesión del Premio a un cantautor popular, queda eclipsado por la belleza de la música y lo que ésta supone.