Noviembre comienza con un festivo nacional en el calendario laboral. El 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, una celebración que tiene su origen en la tradición cristiana.
Desde hace años, el 1 de noviembre se junta con el 31 de octubre, el día en que se celebra Halloween, y forman parte del puente de noviembre. Aunque este año ha sido una excepción, puesto que no ha sido así.
El Día de Todos los Santos es una fecha señalada para el pueblo cristiano. En ella, se homenajea a todos los santos. Más concretamente, se conmemora a todos los difuntos. Según el significado bíblico, se celebra el paso de los difuntos por el purgatorio y su llegada a la vida eterna donde se reúnen con Dios.
Más allá de ese significado, el 1 de noviembre es un día en el que se hace una visita obligatoria en los cementerios para recordar a los seres queridos fallecidos.
¿Cuáles son las costumbres del 1 de noviembre?
A parte de las visitas a los cementerios, el Día de Todos los Santos cuenta con otras costumbres. En el plano gastronómico, nos encontramos con los clásicos buñuelos de viento, huesos de santo o el dulce típicos de Cataluña, Aragón, Islas Baleares y la Comunidad Valenciana, los panellets.
En esta fecha, los teatros también suelen programar la obra de José Zorrilla, el ‘Don Juan Tenorio’. Además, en algunos lugares de España, el drama romántico se realiza en cementerios para dar un tono lúgubre.
También es común que esta festividad coincide con la castañada que se celebra en algunas zonas de España. Este acto reúne a familiares y amigos en las calles o en campos para asar castañas al fuego. Es tradición, especialmente, en zonas del norte: Galicia, Cantabria, Aragón, Asturias, Cataluña, Zamora, Salamanca o zonas de León.