Cultura

C.Tangana: cómo hacer 'cool' a Madrid en todo el planeta

Son siete palabras que resumen un año: "Started from the bottom now we here” (“Empezamos desde abajo y ahora estamos aquí”). Antón Álvarez Alfaro, nombre real de C. Tangana, las

  • Una de las imégenes enblemáticas de C. Tangana en 2021 -

Son siete palabras que resumen un año: "Started from the bottom now we here” (“Empezamos desde abajo y ahora estamos aquí”). Antón Álvarez Alfaro, nombre real de C. Tangana, las tuiteó cuando la rockera Carlota Cosials (Hinds) declaró públicamente que quería casarse con él, justo después de arrasar en los Grammy Latinos. Inmediatamente, las redes explotaron, reconociendo el guiño a la canción “C.H.I.T.O” (2015), éxito temprano del trapero donde declaraba su amor a Cosials ("y que estaba apretando ahí arriba para conseguirte un Grammy Latino"). Era 20 de noviembre y el madrileño acababa de recoger tres estatuillas.

Hace seis años, la letra de "C.H.I.T.O" causó extrañeza y medias sonrisas, incluso insultos de los raperos marxistas los Chikos del Maíz, que le colgaron el apodo de “pagafantas de Carlota” (puede escucharse en la canción "Los pollos hermanos"). El caso es que, en 2021, todos los sueños de Tangana se han hecho realidad y la película continúa en 2022 con una gira triunfal por estadios que promete consagrarle como estrella global. Por cierto, también se ha consolidado la costumbre de retratar a famosos a la manera de su álbum “El madrileño” , desde Díaz Ayuso a Ignatius Farray, pasando por Gabriel Boric.

A lo largo del pasado año, sin prisa pero sin pausa, cada pequeño paso que ha dado se convirtió en objeto de debate pop. Recordemos los ríos de tinta que hizo corren su foto en un yate repleto de mujeres. O su bachata en la catedral de Toledo. O el Tiny Desk Concert con Ketama y Kiko Veneno. O el cuadro de Silvia Flechoso donde aparecía en brazos de Isabel Díaz Ayuso. Hablamos de un artista con alma de publicista, fascinado por Andy Warhol y por Dalí. No brilla solo por su habilidad para componer o interpretar, sino también por la de juntar equipos talentosos y diseñar productos bien acabados. Aquí hay que hablar de aliados de primera como el alquimista sonoro Alizz y el productor audiovisual Santos Bacana de Little Spain, dos de sus colaboradores clave.

El secreto del éxito de C. Tangana

Además, no hay que olvidarlo, hablamos de una estrella cien por cien madrileña, que presume de ello en el título de su obra magna. No es algo postizo, ya que reúne la chulería de Ramoncín, el gancho de Sabina el público femenino y la voz nasal aniñada de David Summers. También ese gusto por la épica cotidiana de la capital que tan bien encarnaron Gabinete Caligari, su precedente castizo de los años ochenta. Y sabe conectar de manera natural con madrileños de adopción como Andrés Calamaro y Jorge Drexler.

Tangana encarna una folkmodernidad nostálgica, que tiene traducciones políticas, según nos explicó el filósofo Diego S. Garrocho

Hasta ahora, C. Tangana ha sido capaz de conseguir todo lo que se ha propuesto. Ha sabido conectar con el madrileñismo ayusista, seducir a Inditex para que le encarguen una colección (que fue protestada por cara) y enamorar a un alquimista de las audiencias como Risto Mejide. ¿Cuál es el secreto del artista para conseguir todo esto? En mi opinión, manejar como nadie las proporciones justas de modernidad y nostalgia, una tensión que nos explicó el filósofo Diego S. Garrocho: “Creo que la nostalgia nos invade como respuesta a un discurso rupturista que ha terminado por demostrarse falso. Durante décadas todo debía ser disruptivo, revolucionario, rompedor, innovador… Y la realidad resultante de ese afán dinamitero y deconstructivo no nos ha hecho más felices”, apuntaba.

Más madera: “Idealizar el pasado es una constante humana, no sólo un rasgo de época. Creo que actualmente la recuperación de la nostalgia viene dada no tanto por la idealización del pasado como por el pánico que nos genera el futuro. En el caso de Madrid hay, incluso, una recuperación icónica de cierto folclorismo que enlaza lo moderno con lo antiguo. Cuando yo era niño era casi testimonial lo de vestirse de chulapo y ahora todo el mundo disfraza a sus críos, recuperan el clavel… Esa nostalgia constituye en sí misma una folkmodernidad, que también tiene una traducción política”, señalaba. Exactamente eso es lo que ofrece C. Tangana, pero no en versión de chulapo infantil sino para modernos de todo el planeta. Y de todas las edades, ya que su gran mérito es expandir el público de la música urbana en español.

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