BBVA se lanza definitivamente a la guerra. El banco que lidera Carlos Torres ha presentado este jueves una OPA hostil sobre Sabadell, ante la negativa inicial de la entidad catalana a aceptar una fusión en términos amistosos. La operación del banco con sede social en Bilbao es hostil por una razón: su rival anunció este lunes su intención de seguir creciendo en solitario y cargó con dureza contra la valoración que ha hecho BBVA, que pretende absorber Sabadell aportando sólo acciones. Esa valoración no ha cambiado ni un ápice en la oferta anunciada hoy; tampoco la opinión del banco afectado, que se ha apresurado inmediatamente a confirmar su rechazo total.
La nueva propuesta de BBVA encierra exactamente las mismas condiciones que la primera. En concreto, el banco ofrece una acción de nueva emisión por 4,83 acciones de Sabadell, según los términos comunicados este nueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La OPA de BBVA está condicionada a alcanzar más del 50% de aceptación de los accionistas. Según los cálculos del banco, la contraprestación en acciones equivaldría a un precio en efectivo de 2,12 euros por acción, la media ponderada de la cotización del Sabadell en el trimestre anterior a la formulación de la oferta, por encima de la cotización actual del banco catalán en el mercado, que ayer cerró a 1,805 euros. En estos términos, BBVA estaría valorando a su competidor en algo más de 11.530 millones de euros (su capitalización actual roza los 9.800 millones).
El precio equivalente de la contraprestación en efectivo es de 2,12 euros por acción de la entidad catalana. Para sacar adelante la operación, el consejo de BBVA ha acordado convocar a la junta general de accionistas, que debe aprobar la emisión de las nuevas acciones necesarias para acometer la compra.
La OPA abre un escenario inédito en el mapa financiero español. La transformación profunda que ha vivido el sector, a raíz de la crisis financiera de 2008, se ha llevado a cabo sin operaciones hostiles de tal calado. El pulso que Torres lanza a su homólogo en Sabadell, Josep Oliu, no tiene precedentes. El presidente de BBVA está convencido de que la falta de un núcleo duro de accionistas en su rival jugará a su favor. El capital del Sabadell está muy fragmentado. BlackRock controla el 3,6% del capital y también poseen más del 3% de las acciones el fondo estadounidense Dimensional Funds, el inversor mexicano David Martínez y Fintech Europe. El fondo Millennium Group atesora algo más del 1% sólo a través de instrumentos financieros.
Por el contrario, Oliu se ha trabajado en los últimos días el apoyo de los fondos con más peso en el capital de Sabadell. Con un argumento: su banco merece una oferta mucho más elevada y, sobre todo, en 'cash'. Este lunes, tras una semana de espera desde la oferta inicial, la entidad con sede en Barcelona envió a la CNMV un comunicado rotundo: "El consejo considera que la propuesta infravalora significativamente el proyecto del Sabadell y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente".
Respuesta a BBVA
"Asimismo, la caída significativa y la volatilidad del precio de la acción de BBVA en los últimos días genera una incertidumbre adicional sobre el valor de la propuesta", añadía el comunicado del banco, que cuenta con el apoyo de Goldman Sachs y Morgan Stanley como asesores financieros y en Uría en la parte legal.
La respuesta de Sabadell se producía apenas 24 horas después de que el propio Carlos Torres remitiera un correo a Oliu para defender las condiciones de su oferta inicial. Además, el presidente de BBVA aseveraba que no estaba dispuesto a mejorar los términos. “Es muy importante que tu consejo de administración conozca que BBVA no tiene ningún espacio para mejorar sus términos económicos”, escribió Torres, en un tono que fue interpretado como un claro desafío por la cúpula del Sabadell. “En nuestra propuesta ya hemos agotado todo el espacio que teníamos, al haber mantenido una prima del 30% a pesar de la gran subida relativa de vuestra acción desde mediados de abril hasta el día 29”, concluia el correo.
El consejo de Sabadell volverá a reunirse ahora para dar una nueva respuesta. Paralelamente, la operación debe ser sometida al examen del Banco de España, de la CNMV y de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC). La opinión de este último organismo es determinante, ya que la fusión elevaría aún más el grado de concentración en el sector financiero.
Precisamente por este motivo, uno de los dos socios de la coalición de Gobierno (Sumar) ya ha manifestado abiertamente su oposición a la operación. La formación de Yolanda Díaz ha pedido al Ministerio de Economía y a la CNMC que impidan la unión, ya que contribuirá al deterioro de los servicios bancarios y elevará el riesgo sistémico para el contribuyente.
Por su parte, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se ha mostrado prudente y se ha limitado a recordar la importancia de que el sector siga manteniendo "una situación competitiva". "No solo hay que fundamentar y fomentar que el sector siga teniendo esos buenos niveles de rentabilidad y de solvencia", señaló tras conocer la operación.
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pinar010
Y el Gobierno defendiendo al Sabadell por sus socios indepes.
venacapaca
Me gustaría saber con que equipo de analistas ha contado el Sr. Torres, para lanzar una OPA hostil al Sabadell, mucho me temo, que no ha contado con ninguna clase de equipo, ha sido a motu propio, solo para conservar el sillón, que hubiera tenido que dejar vacante, por el fracaso de la negociación amistosa de fusión con el Sabadell, debe de haber estado negociando con los fondos propietarios de mas del 50% del accionariado del Sabadell, como son Blackrock, Norges y Vanguard, creo que esto es perjudicial para la Entidad, para los empleados, y sobre todo para los accionistas, que van a ver como disminuyen sus inversiones, solo por una mala decisión del presidente ejecutivo, por otro lado, al ver que el gobierno está en contra de esta operación, la voy a aplaudir hasta que me quede sin manos.
pinar010
Espero que no se autorice por la masacre laboral que supondría y el cierre de oficinas. A ver si empiezan a abrir oficinas otra vez en los pueblos, que les tienen abandonados todos los bancos.