En los últimos tiempos, muchos son los que han desarrollado o descubierto sufrir alguna alergia alimentaria. Los expertos advierten que la prevalencia de alergias a algún tipo de alimento en la población mundial crece a un ritmo preocupante.
Según la Fundación de Seguridad Alimentaria y Prevención de Alergias (FSA) en el mundo se estima que cerca de 520 millones de personas pueden estar sufriendo este tipo de alergia, que en España afecta a tres millones de ciudadanos, de los cuales, entre el cuatro y el ocho por ciento son niños. Y es que este es uno de los grupos más afectados.
La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) avisa que en nuestro país, el número de niños con alergias alimentarias aumenta un dos por ciento cada año.
¿Qué es una alergia alimentaria?
Se producen cuando el sistema inmunológico del cuerpo reacciona ante una sustancia de un alimento que considera nociva, lo que activa una respuesta inmunológica exagerada que se manifiesta en diversos órganos del cuerpo a través de síntomas como erupciones, inflamación, urticaria, ardor, dolor abdominal e incluso sensación de ahogo y dificultad para respirar.
Aunque los niños pueden ser los más propensos, estas reacciones pueden aparecer a cualquier edad e incluso desarrollarse con los años ante una alimento que antes se consumía sin problema alguno.
No hay que confundir la alergia a algún alimento con las intolerancias alimentarias, las intoxicaciones o la aversión a los alimentos.
Los alimentos que más alergias producen
Según la Organización Mundial de las Alergias (WAO), existen más de 170 alimentos relacionados con algún tipo de alergia. Al igual que con los años crece el número de afectados, la lista también ha aumentado. Entre ellos, descubrimos algunos de los más comunes:
Leche
Es más común en los niños que en los adultos y no hay que confundirla con la intolerancia a la lactosa. En los más pequeños, suele resolverse en sus primeros años de vida. Está causada por las proteínas de la leche como la lactoglobulina, lactoalbúmina, caseína y suero. En contra de lo que muchos creen, la leche sin lactosa no lo soluciona, porque lo que se quita es la lactosa, pero la leche sigue conservando íntegras sus proteínas.
Huevos
Al igual que la leche, este alimento afecta con mayor frecuencia a los niños, sobre todo cuando se introduce el huevo por primera vez. Normalmente, la reacción desaparece con los años. La mayoría de las proteínas que lo provocan se encuentran en la clara. Aunque los síntomas pueden variar de una persona a otra, la mayoría deben evitar cualquier plato o alimento que contenga huevo o sus proteínas.
Mariscos
En contra de lo que algunos creen, se puede tener alergia al marisco y no al pescado. EL desencadenante más común es una proteína llamada tropomiosina, y en ocasiones puede llegar a confundirse con una intoxicación. Suele mantenerse de por vida.
Melocotón
Las frutas de la familia rosácea, como el melocotón, el albaricoque, la cereza, la ciruela o la fresa son de las más alérgicas. Aunque puede darse durante la infancia, lo más común es que comience durante la adolescencia, y entre sus síntomas más frecuentes están los picores en diferentes partes del cuerpo, la hinchazón en labios y lengua y la aparición de ronchas en la piel.
Pescado
Es una de las alergias más comunes y, según los expertos, representa cerca del 10 por ciento de las consultas al especialista en nuestro país. Aunque puede llegar a desaparecer, lo habitual es que persista de por vida, sobre todo cuando aparece en la edad adulta.
Según la AEPNAA, el pescado que con mayor frecuencia produce reacción en España es el gallo, seguido de la merluza, la sardina y el balacao; y los mejor tolerados, el emperador, el cazón y el atún (ya que el pescado azul contiene menos proteínas alergénicas).
Frutos secos
Esta es una de las alergias más comunes que hay, y además, una de las causas más frecuentes de visita a médicos y urgencias hospitalarias. Cacahuetes, almendras, avellanas y nueces son las que más habitualmente causan reacción. La alergia a las proteínas de estos alimentos es común tanto en niños como en adultos y, una vez que se manifiesta, tiende a persistir. Hay que tener en cuenta que multitud de productos están elaborados con frutos secos por lo que es recomendable consultar los ingredientes.
Cereales
Dejando claro que la alergia a los cereales es distinto a la celiaquía, son muchos los que sufren reacciones, habitualmente inmediatas, tras la ingesta de algunos cereales. En países como Gran Bretaña, España o Estados Unidos, el alimento alérgico más habitual es el trigo mientras que el sureste asiático es al arroz.
Legumbres
El consumo de este tipo de alimentos en España es muy frecuente, por lo que esta alergia ocupa el quinto puesto entre los niños y el séptimo entre los adultos. Según datos de la AEPNAA, la legumbre que ocasiona más reacciones es la lenteja, con un 78 por ciento, seguida del garbanzo, con un 72 por ciento y el tercer lugar es para el cacahuete, con un 33 por ciento.
